jueves, 24 de febrero de 2011

habitaciones del corazon.

“El corazón tiene más habitaciones que un hotel de putas”





Si me gustaría caracterizarme por algo en esta vida, seria por amar. Por amar a las cosas y a las personas, por tener la capacidad para poder hacerlo. Sé que no la tengo, pero también sé que todo lo que he de amar, muchas veces me desborda.
Solía pensar que todo el amor que se sufría, todo el amor que se transpiraba, se acumulaba en algún lugar, esperando para poder ser e entregado en cuerpo y alma, a esa persona… a ese amor. En otra vida, en otro mundo, en otra realidad. Hoy no sé si tengo dotes para amar por tanto tiempo, por tantas vidas. No creo que el amor me haya dado para tanto, pero si se que ame mucho.
El ser humano tiene esa particularidad especial, que así como ama y entrega como ser racional, también, desecha y olvida como un animal, dejando atrás una presa porque ya después de cazada, y masticada no le es útil para nada.
Así solemos perdernos por el mundo, solos y olvidados, con el jarabe del tiempo en nuestro cuerpo, y la cordura que luego se llevara la vejez.
Bohemias palabras que el corazón dibuja y que solas se disuelven en el viento para no ser recordadas jamás. Como el amor.
Dulce y amargo amor.
Retorna la caída de mis pasos, que asiduamente llaman a algunos ecos que quedaron olvidados, pero suelen retumbar porque los nombro.
La vejez prematura, y la imposibilidad de poder ver más allá de tus ojos. Todo me ilumina y me ciega a la vez.
Empiezo a temblar con mis características… la mandíbula rígida, y de tanto en tanto trago saliva y pienso en ti. Como quien piensa en sus recreos. Ansiosos de sus vacaciones. Como quien anhela la muerte más que a nada. Porque yo anhelo la muerte de tus besos. Ese renacer que posee mi ropa cuando me desnudas, y siento el frio… porque luego deseo sentir el calor.
Amo sin ser vista más que por Dios. Y a veces pienso en el amor, como un ser por sí mismo.
Alguien que se posesiona de los cuerpos y los enamora….
Cupido miente, como miente todo corazón. Como miente todo devoto virgen de una vida esperando a la confinada amada después de muchos años para develarle su amor.
Como miente el esposo infiel. Como mienten las arrugas en la piel, el cansancio en la mirada. Como miente la vida. Así miente el amor.
Debelo esa espuma que se resbala por esa diáfana luz que me ilumina, la espuma de las olas que te llaman, que se alimentan en ese vaivén zigzagueante de la sal de mis besos, de mis lágrimas, de mis aullidos en alguna noche distante, ese mar que yo misma formulo. El mar de mis pesares.
Solía pensar que todo el amor que se sufría, todo el amor que se transpiraba, se acumulaba en algún lugar…
DG

miércoles, 16 de febrero de 2011

Buscar el amor.



"Solo una gran mentira
CASI una ilusión perfecta"


No vengo a buscar un amor. Vengo a buscar el amor. Pero quiero estar sola. Volvería a ver a la vida como un eterno sube y baja sin camino. Como una hamaca que te impulsa hacia al destino, sin vaivén, sin retorno alguno, solo te deja ahí sumergido en el viento, suspendida en el aire, conmigo o sin mí.
Hojas verdes y el olor de la menta. Recuerdo el perfume de mi abuelo, y lo extraño en vida. Miro a las estrellas y siento la calidez de la brisa del verano que me abriga.
La hormiga en la baldosa: Que magnánima que es. La araña en la esquina que no lograría matar aunque pudiera.
Y el espíritu aquel que quisiera que fuera grande y lo siento tan pequeño. Como si a veces con cada paso errado le estuviera fallando a alguien más que a mí. A esa presencia que siento sobre mí como dos ojos mirándome. Al Dios, a la naturaleza, a la vida, al amor, y siento culpa, por ser pequeña.
¿No es extraño como se desenvuelve todo? ¿Lo pobre que es la vida si no le damos vida? Hoy todo me parece raro, hasta el movimiento de las hojas. Y esas maquinas que siempre me resultaron ajenas, me hicieron presa de una rutina, que no voy respetar. Es una vida que no me pertenece.
Si tuviera la certeza de saber que mañana no va a llegar. Solamente me sentaría a esperar ese mañana. Ese fin que de paso a un principio. Me cansa la espera, pero tengo miedo.
¿Está mal tener miedo si sabría lo que va a pasar? Quizás sí.
Vivir como vivimos probablemente no sea vida y el nombre le quede alto. Me siento ajena frente a tantos rostros. Todos desconocidos, miserables. Pero no me siento más grande que ellos. Los miro como igual. Pero algo en mi flamea. Algo que me dice que ahí no está lo que busco.
Las lecciones más grandes de la vida, son aquellas que nos llenan el alma, que nos hacen más fuertes, que nos demuestran que la vida es mucho más que lo que vemos. Hay tan poco de verdad en el aire, que el ser humano se conforma...
viviendo una mentira.




"You taught me, to look in your eyes.. and fed me.. your sweet lies."


DG