miércoles, 15 de diciembre de 2010

Lo que es y no es.

"otra no puede haber, si no existe me la inventaré”



Ponemos la idea ahí donde ponemos la mirada, no son las personas la que se amoldan a nuestras ideas, nosotros amoldamos, ilusoriamente, la idea a la persona.
La idealización. Palabras más complejas si las hay. No importa, color, nombre, nacionalidad, amoldamos nuestras ilusiones, nuestras esperanzas a una idea corporizada en una persona que por supuesto no lo es. Los engranajes de la máscara que nosotros mismos creamos se hacen carne y la vemos como la mujer, o el hombre soñado. Aquella que sin más ni menos cumple nuestras expectativas para la vida, las cubre y las doblega porque es nuestra idea de un IDEAL.
Pero eso quita que sea real. Leí por algún lugar que una imagen es construida en la conciencia anteriormente y ahí vemos la”idea” y la llevamos a una persona. Generalmente esos amores que aparecen eternos no son más que huecos que anidan nuestra idea… y eso se despega como se despegan las almas, como se quiebran los cristales. Tarde o temprano la construcción de lo que queríamos ver se fractura con el tiempo, dando lugar a lo que uno realmente es. Lo que percibimos es siempre subjetivo, por ende siempre va a ser irreal.
Las imágenes son las que se amoldan después a nuestras ideas. Todo está dado a partir de imágenes, y no seria también descabellado pensar que una imagen que se queda en nuestra retina y no fue ni es, siempre las busquemos y amoldemos a otras imágenes. No es casualidad que adaptemos cualidades de un anterior amor, a uno futuro.
Está claro que hay ideas perenes e innatas en nuestro ser. Ideas que fuimos amoldando a nosotros mediante crecíamos. Pero las imágenes, las imágenes no son innatas. Tomamos forma de los sueños que adoramos, de las imágenes que contemplamos una vez como las únicas y luego las olvidamos. Las cosas que solemos reprimir se muestran en las imágenes en los rostros. En los parecidos… aquello que no pudimos tener se manifestara y reflejara en otras cosas.
Y así se nos presentan la siguientes situaciones… seguimos amando y ponderando a nuestra idea, y vamos buscando por el mundo pequeños rincones en donde alojarla, o aceptamos a la otra parte con todos sus defectos y sus virtudes y la queremos justamente porque no es exactamente como nosotros quisimos que sean pero cada suma de esas pequeñas particularidades es lo que hace único a esa parte, sin más ni menos.


DG

sábado, 11 de diciembre de 2010

Será así.

"Tengo la misma sed ausente y la misma fiebre fría
un oído que nace, una angustia indirecta,
como si llegaran ladrones o fantasmas,
y en una cáscara de extensión fija y profunda,
como un camarero humillado, como una campana un poco
ronca, como un espejo viejo, como un olor a casa sola."






Será porque es solamente un idea que siempre surge.
A veces es inevitable mirar al pasado, y sentirme tan irreconociblemente inmadura.
Saber cómo el mundo gira y como las situaciones cambian constantemente. Quizás la parte más constante de la vida es la inconstancia que lleva con ella...
Cada momento cada huida, siempre es un nuevo comienzo que acarrea con ella pensamientos del pasado.
Hoy no se qué niña perdida andaba jugando por ahí, tomaba riesgos y emprendía aventuras tan incontables que no pueden ser reveladas.
Ayer era esa niña de ojos brillantes, de risa jocosa, de hoyos en la cara, y el brillo de luz, que alguna vez me tomó.
Hoy soy la señora de la vida, la mujer a medias, la mujer en fin. Puede que hoy me sienta mujer, adulta. Puede que hoy sepa que jugar con la vida no es lo mejor.
Hoy seré esa que no repetiría sus mismos errores. Aquella que ha madurado duras mañanas, eternas noches, y besos que no saben a nada, besos que saben a sal y a miel.
Perdida por la ciudad, despojada de lo que es mío, como siempre. Perdida… intento encontrarte.
Pero no estás en las sombras, ni en los rincones de la ciudad.
El armario ya no te viste.
Y siempre será así…. Andaremos perdidos buscándonos… encontrándonos en otras caras.
La mañana ha cambiado y me ha revelado su luz. Algo hay diferente, pero no soy yo.
Como siempre estoy, y así estaré planeando huidas. Asignándole noches a mi cuerpo, y cuerpos distintos a mis manos.
Te buscare en el espejo del baño y no estarás.
Venceré a las noches, prendiendo con fuego mis venas. Y me calmaré cuando la luna se haya ido. Y te castigaré en mi pensamiento azotándote con creces por ser como eres, y por quererte así. Y me castigare a mí misma, y nos amare a los dos.
Nos amare a los dos.
Y esa cadena, esa que nos ata sin saber. Se romperá al caerse tu ropa, y se morirá mi vida al soñar con tu piel, y moriré en ti, y en cada cosa. Y lamentaré a los cielos, por engañarte así.
En tu cuerpo y en todos me marchitaré. Y ese futuro se revolcara en ti, como yo en él, y en los demás. Y en todos y en ti… y en ti como en ninguno.
Lamento, al Dios del pecado, resignación al adiós que demanda tu ausencia, al sueño que provoca mi angustia. Ruego que en realidad no sea siempre así.
Que mis visiones no sean las que son, que sea la que fui.
Hoy quiero ser la niña.


DG

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Lo que falta.

"Soy el que es nadie, el que no fue una espada
en la guerra. Soy eco, olvido, nada."








Simplemente falta tiempo,el tiempo del presente que es un pasdo del futuro que vendra, y el tiempo entonces que rejuvenece a las flores, y hace arder las estrellas.
Pero falta...
Falta madurar las mariposas, abrir las orugas, circunscribir los pétalos para un después.
Faltan más bocas de agua, más lengua de donde beber.
Falta el brillo de una mañana en un par de brazos de vidrio.
Falta el olor a mar, el olor a sal, el color al cielo.
El arcoíris en el campo, las prenderas a lo lejos, el sol, el alma, el trueno.
Falta la lluvia cerniendo los rostros de unos campos arados. Y la brisa que seque el llanto de las olas del mar.
Falta el ciruelo en el balcón, el perro en el sillón, los caminos de las hojas amarillas.
Falta una fuente de pétalos rosados, un manto azul, un ángel alado.
La espuma, la gama, la gema verde esmerilada. La vida, mi vida, falta amor.
Falta madurez en los ojos, arrugas en las manos; Besos con sal.
Sobran las cuentas, los gnomos, las hadas Y falta tu olor.
Sobran las tostadas, los vasos, las cenas, sobran estrellas, sobran lunas. Sobra mi cama.
Me sobra el corazón.
Falta tu alma, sobra tu ausencia, y mi queja de cada día, como el pan, como a Dios.
Falta rezarte, pedirte, rogarte, falta tu luz, tu sol, tu coraza, tu, mi, yo, todos.
Falta la primavera, el verano, el otoño, sobra el invierno y el frio y hielo y el dolor.
Faltan las nubes, los soles, los mundos, las partículas de luz por mi ventana. El aura de tu ausencia, la frialdad, el temor.
El calor, el sol, el viento. Falta la ropa desmechada, las peluquerías, las pisadas, el cemento, el asfalto, falta el perfume, los ojos, las uñas, el aliento de tu boca, tus zapatos, tu camisa, tu pelo enredándose en el viento.
Tu sed, mi sed, tu mar, mi mar, los faroles de Colonia, el silencio del ruido eterno.
Faltan las hormigas haciendo su labor, el teclado, las hojas, el pasto, los carteles, los edificios zigzagueantes, las rejas de la carecer en donde duermo, faltan las ventanas por donde ver la luz.
Faltan las puertas, los muebles, la tierra, el agua.
Falta la distancia, la cercanía, falta quererme, falta odiarte, falta el verde de los arboles, faltan las baldosas, faltan los almacenes, zapaterías, kioscos. Faltan los monederos, las monedas, los maquillajes, los hombres, las mujeres, los cepillos, los papeles quemados, falta el fuego, el aire el viento, el agua, la tierra tu amor, mi amor, los libros, las paginas, los renglones, la vida….
En realidad falta todo, mi amor.


DG

jueves, 28 de octubre de 2010

Quiero ser más.

"El olor de las pelquerías me hace llorar a gritos.
Sólo quiero un descanso de piedras o de lana,
sólo quiero no ver establecimientos ni jardines,
ni mercaderías, ni anteojos, ni ascensores.
Sucede que me canso de mis pies y mis uñas
y mi pelo y mi sombra.
Sucede que me canso de ser hombre.
No quiero seguir siendo raíz en las tinieblas,
vacilante, extendido, tiritando de sueño,
hacia abajo, en las tripas mojadas de la tierra,
absorbiendo y pensando, comiendo cada día.
No quiero para mí tantas desgracias.
No quiero continuar de raíz y de tumba,
de subterráneo solo, de bodega con muertos
ateridos, muriéndome de pena."






Nos sumimos en una eterna soledad y eso duele. Las horas perdidas. Iguales. La frialdad de mi alma, en donde emergen los paréntesis de la vida.
No soy más que este eco triste que suena cuando te nombro. O esta eterna primavera marchita cuando me miras. Yo no era así.
Yo era como las campanas que suenan refulgente con pasión. Mi cristal cernía la tristeza. Por mis ojos se filtraba la felicidad. La idea de la esperanza, la idea del amor, del eterno amor existía. Era un brío del viento. Una soledad llena de ternura. Como las hojas empapadas por los rayos de lluvia. Era una tormenta enloquecida. Un alma viva. Un alma en fin.
Quiero para mi vida, lo mismo que quieren los ángeles y las mariposas. Quiero sentir tu presencia en mi ser. Saber que las horas son maleables por tu permanente fugacidad. Quiero ser más que un cuerpo que zumba, más que un alma arrepentida.
Quiero ser tu gloria, tu orgullo, tu guerrera. Quiero que seas mi Dios. Tocar las puertas del cielo, y decirte que te amo. Que mi vida sin tus horas esta desesperadamente perdida…
Esta piel quiere tener relleno y corazón. Quiero tener más que sangre en las venas.
Quiero vivir sintiendo como te acercas a mi vida, y te detienes para observarme, quiero amarte aquí sin tiempo. Quiero permanecer en ti. Vivir por ti. Amar por mí.
Sentir que el viento me acaricia la cara. Sentir a este pedazo de carne moverse impulsada por las ganas.
No soy más que este eco triste que suena cuando te nombro. O esta eterna primavera marchita cuando me miras. Yo no era así.

DG

jueves, 21 de octubre de 2010

A menos que te amen.

"Aterrorizado otra vez
de no amar
de amar y no a ti
de ser amado y no por ti
de saber no saber fingiendo
fingiendo
yo y todos los otros que te amaremos
si te aman...a menos que te amen."





La silueta del borde de la hoja, llama a mi escritura.
La capa de hermosura que recubre tu espalda, la inspira.
El beso de tu boca me paraliza y entonces recuerdo que ya no somos dos.
Las corrientes sinfónicas del viento en mis oídos. Producen ese recordar que sin recordar buscan la historia debajo de tu ropa, y también más adentro de tu piel.
Este cuerpo que ya no puede conmigo, esta razón que quiere escaparse de mi ser. Este grito que quiere llorar en silencio.
Esta fría piel que se quema con la hoguera de tus dedos, y habla con las cumbres de mi cuerpo.
Este amor que encierra en el pecho suspiros. Que se infla de ti, que me revuelca en tu cintura.
Este amor de ti que no es de mí. Que no tiene forma pero te ama.
Busca en la cristalina fuerza de mis ojos, y verás que no te miento, que la vida sin ellos no sería la misma. Pero si algún día no pudiera ver sabrías que podría seguir viéndote hermoso. Aun si no pudiera tocarte seguiría sintiendo la calidez familiar de tu piel. Aun si no pudiera hablarte sabrías que te amo.
Si no pudiera igual lo haría. Y lo haría aunque no pudiera.
Respírame cerquita. Para que mi boca sienta tu aliento. Quiero sentir… sentir tu amor.
Y en tu risa que lo inunda todo quiero hundirme. Y en tus ojos que me miran extrañados, quiero perderme, y en tu corazón que me extraña, quiero encerrarme. Lo siento mucho por la vida. Pero este amor la excede.

DG

Me fui de viaje sin ti.

"Me enojaré, amor mío, sin que sea por ti, y compraré bombones pero no para ti,
me pararé en la esquina a la que no vendrás, y diré las palabras que se dicen
y comeré las cosas que se comen y soñaré los sueños que se sueñan y sé muy bien que no estarás, ni aquí adentro, la cárcel donde aún te retengo, ni allí fuera, este río de calles y de puentes. No estarás para nada, no serás ni recuerdo, y cuando piense en ti pensaré un pensamiento que oscuramente trata de acordarse de ti."





Me fui de viaje sin ti. Tomé las valijas, me encerré en las mañanas decodificables. Surtí el deseo. Amanecí dormida, y aun sigo soñando… soñando con la presencia que inunda mis ojos.
Soñando con la luz que visita mis mañanas.
Hice las valijas. Me llevé lo esencial: el corazón. Y me fui de viaje sin ti.
Hoy te disgrego por mi cuerpo como el agua que pasa por él. La limpia y sigue.
Armar las valijas e irse es fácil. Pero es difícil cuando el alma quiere quedarse. O tal vez, la obligamos a quedarse para no sentirnos más culpables de nuestra partida. Quizás la obligue a la inmortalidad de tus ojos para que viva en ti un poco más que en mi. Para que sea eterna.
Que me perdona la vida por marcharme así. Pero si sostengo tu boca mi cuerpo se quema.
Mi cuerpo sin alma, vivirá conmigo, y mi alma sin cuerpo vivirá en ti, y yo como si nada buscaré en la tierra, el mar, en las sombras, tu silueta, en tu ausencia, tu humedad.
Buscaré tu cordura en mi locura, Y así me iré… riéndome sin risa. Soñando si sueño, besando sin labios, amaneciendo sin ti. Como por inercia caminaré. Como por costumbre amaré, como por obligación soñaré con otro.
Hice las valijas, y no podré llevarme el alma….
Pero me llevo … el corazón.


DG.

viernes, 8 de octubre de 2010

Capricho

"La única diferencia que existe entre un capricho y una pasión eterna es que el capricho es más duradero."




Capricho, que sin saber es objetivo, que sin saber es causa, que sin saber es efecto.
¿Deseo intenso, imprevisto y pasajero de una cosa? No estoy de acuerdo con eso. No creo que ni el deseo, ni el hecho de encerrarse en una idea sea tan superfluo, tan efímero, tan inflado de nada. Porque es más que algo, sobrepasa las normas de cualquier razón, vanidosa y ambiciosa… ¿capricho del destino? ¿Qué capricho me puso aquí?
¿No sería acertado decir que el deseo es permanente? ¿O no? ¿Se esfuma? ¿se va si no alcanzamos ese “deseo”? Yo creo que no. resignarse a un capricho no es olvidarlo. Es taparlo, ocultarlo. Sostenerlo en un plano subconsciente, y dejarlo ahí reposando.
El capricho es deseo, el deseo es pasión, la pasión es fuego, y fuego quema. El capricho nos quema hasta tenerlo. El capricho es miserable, bajo, humano. ¿Y quién no lo ha manifestado?
Por lo menos yo soy así de miserable, en las viseras del fuego me quemo, y me quedo, y sostengo el placer. Me regocijo en él y a veces muero.
Contemplo el alma, blanca alma, negra alma. Y vuelo.
El capricho de tu boca, la soltura de tus besos, y tú.
Tus dedos, tu cuerpo, tu oscuridad. ¿Y qué? ¿Qué remedios han de curar la lujuria? Pecados si los hay….
Las llamas de tu aura, y el aroma pecaminoso de mi corazón, y el refulgente latido del deseo.
“caprichoso el azar” caprichosas tus manos que siempre me buscan. Capricho es ser pasajero. Pero mi capricho es permanente. Y tu cuerpo la noche donde quiero permanecer.
Y mi boca la esfera de la infinidad… infinidad de horas que te buscan.
Marca con fuego mi piel… y lléname de ti.
Capricho, deseo, pasión… quiero ser tuya.


DG

lunes, 4 de octubre de 2010

B.A.R.


“aunque tu fueses el esclavo y yo el señor mi único poder era empujarte a tu propia libertad”





A penas si recordé las veces que me había encerrado en ese bar, oscuro, lúgubre, nauseabundo. Sus paredes se pintaban con grandes manchas de humedad, y me hubiera sentido incómodo sin el humo de los cigarrillos no viciara el aire.
Pequeñísimo lugar de sombras y tinieblas petulantes, brisa marina que acompañaba mis pasos y los manchaba con un azul espuma. Pura, pura espuma.
La cerveza que acompañaba mi mano, se hubiera sentido sola sin su toqué aquella noche, desencontrada, perdida entre la multitud masculina que ansiaba compañía como yo.
Entonces la vi… una luz, luz que si la hubiese tenido más cerca me hubiera quemado los ojos. Cualquier estúpido y vulgar público la hubiera catalogado de prostituta, pero yo… ¡era deliciosa!... ¡una santa! Las piernas más largas, los carnosos labios más rojos que había visto, el pelo negro cual azabache, y sus manos: largos dedos finos, delicados… sus manos… apenas podía atreverme a imaginar mis manos sobre su cuerpo. Demasiado perverso mi pensamiento, excesivamente corriente, exageradamente normal. Jamás podría pensar de aquella forma con ella.
Fue dibujando el aire entre sus caderas, mientras caminaba hacia a mí. ¿Había notado que la estaba mirando?... me resultaba tan familiar. ¿De dónde nos conocíamos?
Me obligué a esquivar su mirada, a apretar mis labios para no modular si quiera cualquier imperfecta palabra que pudiese arruinar su tintineante y zigzagueante movimiento por la sala.
Mis ojos se iban llenado de aquella llama con la que se incineran los cuerpos. Refulgente sabor en la lengua. Campanas de gloria resonaban, ella también me deseaba pero nunca se aproximaba lo suficiente a mí. Indeciso movimiento que no se acercaba a mi contextura, sino que la dejaba olvidada mientras volaba como una paloma virgen por allí. Desplegaba sus alas, y era admirable ver sus labios rojos deambular por otras bocas, que no hacían más que atrapar su fresco aliento, y antes de beber de aquel manantial, los dejaba sin probar, deseándoles la muerte. El deseo en su propio fruto maduro, se caía por desgracia.
Vino sensualmente caminando hacia mí, provocándome, satisfaciendo mi mirada que no pedía más que sus ojos. ¡Bellísima! Esperé que no hubiese notado lo patético que me sentía. Pero a la vez ella hubiera valido cualquier sentimiento que pudiese reprocharme después.
Era hermoso contemplarla, dibujaba mi idea y la hacía aun más perfecta. Tan ideal, que solamente hubiera querido conservar esa imagen para sobrevivir el resto de mí pobre vida, después. Hubiera querido tener más luz, para apreciarla mejor, o quizás desapañar mis lentes ya colapsados de los cigarrillos, o tal vez acariciar su piel, para considerarla real. (Lo último no pasaría, en realidad ninguna de las tres) no pude evitar preguntarme ¿Cuál era el verdadero personaje que se ocultaba detrás del encaje y las medias de red?... esa era la verdadera musa de mi inspiración, la que ella no mostraba ¿no?
Se acercó mucho más a mí, tanto más que pude ver sus ojos a la perfección, su mirada, su estructura cimentada con los pedazos de su alma que caían sobre mí como arduas flechas de plomo. Vi todo, la inspeccioné, la bese con el alma, la ame de todas formas pero me levanté y salí corriendo de allí.
Es tan triste lo que vi en aquel bar, que todavía me persigo por las noches, incapaz de volver a aquel lugar, recordando la ficción de mis visiones, los fantasmas que veo donde no los hay, por la simple mera sintaxis de ver ¡algo más!, en esos ojos, en esa boca, en esa piel… no había, no había nada. El objeto de mi obcecación era eso, un puro objeto lleno de nada. Su interior era turbio como esos ojos, perverso, mediocre. Mi mirada buscaba ángeles en el infierno. Imposible era, imposible de encontrar. Aun así, a veces, sólo a veces, recuerdo el vacio.

DG.

miércoles, 29 de septiembre de 2010

¿Alma...?

"Eres, eres tal vez, el hombre o la mujer
o la ternura que no descifró nada..."




Alma ¿dónde estás? ¿A dónde vas? ¿Donde estuviste en las últimas paginas que escribo?
Alma que tiene más olvidos que memoria, te fuiste dejándome la poca inspiración que me ha quedado escondida en los recovecos de tu existencia.
Otra época me está esperando, nos está esperando y ¿Dónde estás?, no puedo llegar tarde, el desafío no espera.
Embelesamiento de intentar encontrar la perfección en las ilusas letras que escribo. Remarco el borde de la hoja, pero no estas.
Alma, alma mía, no te diriges hacia mi, no te diriges hacia nada, eras parte de mi cuerpo, pero… ¿acaso me has abandonado? No te siento dentro de mí.
Maquillando tu impasible desaparición, con sonrisas y canciones que nada hacen. Solo deshacen mi vida, y me acostumbran a vivir sin ti. Sin alma. Sin cuerpo. Sin, nada solo hacinan inercia, y persiguen otros cuerpos sin eso que se asemeja a ti.

Alma: ¿Qué sentido tiene buscarte si el congenio y la unión no pueden existir porque faltas? No puedo pedir otra alma, cuando no tengo la mía para intercambiarla. ¿¡Donde estás!?
Es el cemento, que se inyecta en mi sangre que remplaza tu ausencia, y me siento más liviana, pero todo pesa.
Vacías mi cuerpo, y lo llenas de nada, y no puedo culparte. Te he descuidado tanto tiempo que, no me sirve saber para que existes, si ni siquiera existes ya en mí.
Mejores momentos para descuidarte no he tenido. Pero… ¿Quién va a cuidarte mejor que yo? Delicadamente maleables olas que ceden frente tú sinfónica y suave manera de moverte. Estuviste bailando frente a mi tanto tiempo que jamás creí que llegaras a irte, y mi vida se llenaría de tu ausencia.
He buscado tanto tu presencia, el saber por qué motivo existes, si existes acaso.
Que quizás nunca te he tenido, pero siento que me faltas.
Espíritu, fuerza inescrupulosa, invisible, lléname de ti una vez más.
Porque no puedo dibujarte en los espacios que respiras junto a mí, me observas y te siento, pero quiero llevarte conmigo. Sin ti, la inspiración no es la misma, ni deja de ser igual.
Ahora ni Neruda inspira las palabras, y todo lo que escriba jamás me resulta exactamente perfecto, ni correctamente correcto, ni idealmente preciso como lo quisiera escribir.
Sombras propagadas por rincones inexpresables, lagunas de sonidos que se instalan en mis aguas, ojos que no miran si no es a tu ausencia, se olvidan de recordar que alguna vez exististe. Desapareces. Y yo… yo, quizás… entonces…
Te olvido.

DG

¿Niña y mujer?

"Pero si no llamo la atención por mis condiciones extraordinarias,
tampoco la llamo por mi falta de condiciones; sólo para sus ojos llameantes
y casi lívidos de ira, soy así;no podrá convencer a nadie más."





Quizás es hora de organizar mis cosas y no de “reorganizarlas” porque ciertamente nunca estuvieron organizadas.
¿Qué puedo saber yo?... En realidad no se muchas cosas. Paso mis momentos observando y asimilando todo lo que me rodea, pero como una extraña fuera de su propio territorio no puedo comprender muchas cosas. En realidad no entiendo nada, y no me explico nada, porque todo me es inexplicable. Y la verdad es que no entiendo a la vida pero tampoco me la quiero explicar. Las formas, las maneras, el amor, el olvido, los fantasmas, las perdidas, los duelos, las risas, los llantos, todo para mi es confuso, y natural.
Soy apenas una mujer que sale al mundo, tal vez es normal que sea así. Pero ¿No sería hora de que deje de ser la nena para ser la mujer, y empezar a tener ideas más reales de la vida y el amor?... sinceramente espero que sea así toda mi vida. Si ser diferente me convierte en mujer prefiero ser lo que soy aunque no sepa que sea.
A veces soy la mujer, la madura, la firme, la dura. A veces la que se impone, la débil, la revolucionaria, la que llora, la infantil, la frágil, a veces soy la bruta, la de formas complejas, la fría y cruda que dice las cosas como son, otras la callada incapaz de poner en palabras lo que siente; la que quiere cambiar al mundo; otras soy la suave, la de las caricias, la delicada, la inocente, la que quiere inventar otra forma de amor, la que necesita un abrazo, un beso, una sonrisa para estar bien y ser feliz.
Yo misma puedo ver la búsqueda de mi personalidad y mi camino, esa autenticidad que busco hasta en mi y escarbo en mi propia complejidad para sentirme real, para encontrarme conmigo. Pero a veces esa distancia parase la más difícil, la que nunca llega, la que jamás me encuentra conmigo. Y quizás no encontrarme es lo que más disfruto, saber que algunas cosas me definen y otras… otras simplemente a veces están, y a veces no.
Soy la nena, que se siente mujer, la insignificante que nunca se siente grande pero igual quiere cambiar las cosas. Soy nena que desea mucho más de lo que desea una nena, soy una mujer encerrada en una edad, que a veces siente ajena. Pero es y está. Soy la mujer que me ve desde afuera y siente que vive la vida de alguien más.
La nena que ya no cree en los cuentos de hadas, pero está esperando al príncipe azul, como la mujer que es.
Soy una contradicción inteligente de mi misma.
Soy dueña y esclava de tantas cosas, pero sobre todo de mí.
Preferiría no comprender tantas cosas para llenarme más de sorpresas. (A medida que uno va creciendo sabe que todo el tiempo puede aprender cosas nuevas, pero nuca descubre nada nuevo, y jamás se maravilla por las cosas simples, ya no existe esa emoción porque esa emoción pasa a ser parte de la cotidianidad de los días) Triste.
y me pregunto...¿de repente, me llegó la comodidad? ¿Estuve inmóvil tanto tiempo que ahora me cuesta despegarme del suelo para caminar hacia mi felicidad? Puede….que sea así. Puede que no. Como todo es discutible.


DG

domingo, 26 de septiembre de 2010

Maquinas de humo.

"Distante
cenicienta de porcelana,
el naufragio puede sorprenderte
en tu amable burdel,
encerrada en tu piel
y sin nada que ponerte. "





... Se acabó todo lo que había sido una pauta para engañarnos a nosotros mismos. Perdón, pero no se puede vivir esperando siempre.
Y acá estoy de nuevo…
Tomando el subte, subiendo las escaleras, sitiando el smog, y el ruido de la ciudad. El sol escondido en los edificios altos. La gente caminando sistemáticamente, como pequeños robots mecánicos yendo a trabajar.
Hoy visto objetivamente no parece que hubieran sido los grandes acontecimientos lo que nos cambiaron, sino los más diminutivos, los que se relacionan con los comportamientos ajenos; creo que esos son los que contribuyeron al cambio de nuestros esquemas, como más significantes.
Tenías razón, todo era triste; la lejanía de nuestro acercamiento, la erosión de esperezas, y sueños del pasado, los bríos de unas música de gloria que aun teniéndote no podía escuchar. Todo era triste, contigo o sin ti. La guerra parecía ganada desde el punto de vista de la mediocridad.

Y ahí estabas, ahí te vi. Eras tú, estaba segura.
Hubiera sido fácil atravesar esa pared de humanos que se robaban el aire, e intercambiaban alientos para decirte “hola”, atravesar esa masa de humanidad que sólo derrochan horas y posibilidades (quizás por eso te mimetizabas tanto con el entorno) pero ¿de qué nos hubiera valido? Si al fin y al cabo lo nuestro pertenece al pasado. Ese día como siempre, había demasiadas sombras devorando tu luz. Bastaba mirar alrededor para ver toda esa verdad, se te veía como ese hombre maduro, una maquina impulsada por la inercia; como esos hombres que caminan al lado de sus mujeres que tiempo atrás han sido la ilusión de sus vidas, como esas parejas jóvenes que se ignoran, como esa gente sin rumbo, con ese “remar” sin sentido. ¿No crees que pasa demasiado rápido, un largo periodo sin ilusiones?...no creo que sea verdad que la misma se torne más lenta. Seguramente la monotonía y los sin sabores la desplazan, la convierten en una dimensión sin colores. Sin partidas, sin llegadas…
Como una eterna fugacidad, y cómo todos los días se te han ido iguales: como una pendiente hacia el vacío… carente de emoción.
Todas maquinas desgastadas del tiempo y los años, de la rutina y el hastío. Estabas con tu maletín, tu camisa y tu corbata. Caminando en un tumulto de gente. Con la misma expresión en el rostro. Con la misma tristeza en la mirada. Caminando como por inercia en medio de esa ola de personas. Serio, recto. Muerto.
Aburrido…
Sigo pensando que la humanidad está enferma de eso.


DG

lunes, 20 de septiembre de 2010

Has de saber...


"..de todos los hombres orgullosos yo me jacto,
miserable en esto solo: en que tú puedes tomar
todo esto, quitarlo y hacerme el más miserable."





Has de saber cuántas mujeres, tacaron tu cama, bebieron tus labios, amoldaros sus dedos a tu piel.
Hasta de saber hasta dónde eres hombre, hasta donde yo mujer. Has de saber si la almohada esconde mi nombre, si en noviembre se cumple un mes. Si la primavera traerá más pimpollos esta vez. Has de saber…
Has de saber si alguien te ama como yo, si la luna se viste de gala para alagar tu hermosura, tu eterna soltura. Tus ojos almendra y tu. Tú presencia de ensueño. Y mis ojos que te magnifican, que te imploran, que te adoran.
Ojos míos que sin tus ojos no seria míos. Ojos míos que ya no son míos sino de los dos.
Labios de rosa que te pertenecen, manos de seda que se alojan en mí.
Vida regálame lo eterno para estar contigo. Regálame lo absurdo para amarte más. Regálame el tiempo para besarte más despacio. Regálame el calor para nacer de ti.
Tomo tu nombre, beso tu sombra, corro tus manos, lloro tu ausencia, vivo en tu boca, te acaricio despacio.
Como tu boca como chocolate. Acaricio tu vida como espuma, corro tus pasos, y te siento aquí demasiado cerca para resistir el perfume nocivo de tu presencia inundándolo todo.
Has de saber… cuanto tiempo me queda con tus manos, cuantos besos míos caben en tu espalda. Cuantas miradas puede resistir la razón, y el pensamiento.
Has de saber cuánto llego a amarte. Cuanto resiste mi cuerpo extrañarte…
Has de saber… cuanto amor te queda…
Has de saber… amor... cuánto..

DG

jueves, 9 de septiembre de 2010

soledad acompañada.

"Hago total abstracción de mis sentimientos y no tengo en cuenta que su actitud
también es para mí, naturalmente, muy dolorosa, y no lo tengo en cuenta porque reconozco perfectamente que mis molestias no son nada al lado de sus sufrimientos."




...Y ahora pienso que era cobarde culpar al destino, era lo más cobarde decir que la cosas son como tienen que ser porque “la vida” las quiso así. Esa es la mayor mentira, o la mayor comodidad del ser humano. Qué asco.
Veía como pasaban las imágenes anacrónicas en el subte, como el tren paraba, la gente se intercambiaba y mezclaba como en un juego de aguas danzantes. Borges hubiera catalogado esto como “una oscura maravilla que nos asecha.” En realidad ni siquiera era maravilloso, era triste. Y no es que estaba triste, sino que era inevitable ese planteo que estaba recordando después de 15 años. Juan, Quererte me dolía.

…Lo dijiste casi, increpándome, como si por mí “madurez” debería saberlo, o por mi experiencia (corta) de vida recorrida hasta ese momento ya debería haberlo entendido... y era verdad… ¿Cuánta gente está con alguien para no sentirse solo, pero no siente más que la soledad? Jamás lo compartí, pero eso no quita que nunca lo haya hecho. Sinceramente pensé que para sentirse sola acompañada era mejor sentirme sola, estando sola. Con el tiempo, me quedaba pensar, que de lo mucho que te quejabas, de esa ruin soledad, de esa quimera caprichosa, era de lo único de lo que estabas enamorado. De tu soledad. Querías y amabas, pero parecía que eras incapaz de sentirte lleno o realizado, o satisfecho amando a una mujer. Te cansabas o te aburrías, o la idealizabas tanto que después esa construcción del pensamiento propiamente infundada por ti, se derrumbaba a tus pies. Parecía que siempre tuvieras sed de algo más… Y sin embargo parecía que estar contigo, no era más que compartir esa soledad con alguien pero sin dejar de sentirte solo.
Juan: no es amor, la soledad que se comparte.

"yo, lo que no quiero es lastimarte porque eso, no me lo puedo perdonar" había noches en que me preguntaba si ya te habías perdonado.


DG

miércoles, 8 de septiembre de 2010

"Que no se enoje la felicidad por considerarla mía."

"Todo principio no es mas que una continuación..."





Hoy, vamos hacer el amor en un banco de la plaza.
No gestiones los lugares donde los besos se hacen agua.
Si objetan los gemidos sólo diles que el silencio espera su desventura por el suelo.
Allí donde los arboles arden de ese efluvio follaje amarillo, allí desnudaré tu alma, una vez, una vez eterna.
Allí tocaré tu cuerpo como si fuera la última vez, sin importar la genérica luz refractiva de la multitud que nos mire apabullada del amor que me causa vivir en ti unos segundos.
Aunque no necesite más testigos que los dedos.
Realidad: casi no existe un peor verdugo para la utopía, déjame soñar mi amor… soñar con tu cintura, columpiándome en tu espalda, navegando por tu cuerpo, sincronizando las agujas de un reloj que me llaman para hacerme nada más que tuya.
Sentiré tu calor, tocare debajo de la piel. Sentiré el perfume que grabaré en mi cuerpo…
Y como las olas, como ese profundo mar, se moverán las emociones en vaivén bailando con tu ausencia para hacerlas realidad. Te fundiré en mí para dejar de extrañarte. Penetrare en ti pétalos de rosa que dibujen constantemente el camino hasta mis labios… para no perderte, para no olvidarte.
Ya no pasaré mis horas pensando en ti, porque te tendré allí, en ese rincón, en ese lugar en la plaza, en ese espacio nuestro, tuyo y mío. Los hilos de la oscuridad se fijaran en mí para atarme a la aventura de tu cuerpo, y sé que me entregaran la absolución sin merecerla.
Mi amor… déjame soñar…
Hoy haremos el amor en un banco de la plaza.

DG

viernes, 3 de septiembre de 2010

"hay tanto de todo, que lo que hay de nada, queda muy bien cubierto"

"Cuando pronuncio la palabra Futuro,
la primera sílaba pertenece ya al pasado.
Cuando pronuncio la palabra Silencio,
lo destruyo.
Cuando pronuncio la palabra Nada,
creo algo que no cabe en ninguna no-existencia."




Allí estaba yo, encandilada con la mágica observación de los trenes. Esa imagen intangible y nefasta, hasta casi mediocre, que muestra la rutina humana, la costumbre, la vasta y poca experiencia sin efecto ni causa que se resume cada mañana cuando todos se dignan a ir a sus trabajos, sus estudios, sus escuelas.
Siempre me pareció totalmente triste esa observación. Será quizás, porque las mañanas me deprimen, los trenes me deprimen, los subtes me deprimen. La gente que espera me deprime. La gente pendiente de que llegue el tren, incapaz de hacer otra cosa en el “mientras”, más que observar el lugar por donde minutos después pase él mismo… me deprime.
Las caras a la mañana me deprimen, el olor a cigarrillo concentrado en mi nuca, la muerte, el frio, la lluvia, la oscuridad, el techo de mi casa, me deprime.
Y sin embargo en toda esa imagen que me parece asquerosamente nauseabunda, hay una belleza que envenena la maravilla del momento en que contemplo la morbosidad del día.
Hay una belleza escondida que se mete debajo de mi piel y me devuelve la sonrisa. Y siento paz, una paz que me soborna por una libertad que me gobierna… que es la belleza, que me dice que detrás de tanta muerte hay vida, como una fuerza benévola que me dice “no tengas miedo”… y entonces creo que hay demasiada belleza en el mundo, y que mi corazón no va a resistir… que va a desplomarse como un coro de ángeles malditos cayendo sobre mí.
Y no puedo más que sentir gratitud. Por cada momento, por cada instante de esta bellicima existencia, por esta porcion de vida.

DG

lunes, 30 de agosto de 2010

Mi único amor...

“mi único amor… es mi único odio”



Ella estaba ahí, en todos lados, en cada silueta, en cada cúbico rincón de piel, en cada tacón, en cada esquina solventable por las horas que perdía, en los segundos que medían mi tiempo sin ti. Ella estaba en la angustia de mis palabras, en mis ojos noblemente tristes. Estaba en todos lados. Y aunque mi pensamiento solía jugarme malas pasadas, esta vez era ella. Estaba conmigo, había vuelto a mí.
Siempre fantaseando con su forma maleable de envolverse en el viento, de convertirme en sus pasos, de esconderse debajo de las baldosas, y acecharme, de enamorarme, de quererla conmigo siempre y aquí. Buscando sus ojos en otros ojos, su boca en otra boca, su cuerpo en otro cuerpo, su piel encarnada en mí… esta vez era ella. Ni alta ni baja, ni feliz ni triste. Ella moviéndose en las olas de otras luces que envolvía su sombra.
La miré detenidamente mientras mi aliento se cortaba, y mis ojos se hundían para fijar su foto, para mirarla, y a la vez mirarme a mi mismo mirándola… como si saliera de mi cuerpo. Pero preso en su capricho, muerto y vivo. Pero más muerto que vivo, porque vivía con ese sin sentir, porque no sentía más que una ausencia… ¿y qué es sentir ausencia más que nada? La ausencia no es “algo” así que siquiera podía explicar lo que sentía.
Entre la sombra y el llanto busco consuelo, entre el amor y el tedio, no me quedo en la cama por miedo a explicarme los sueños. Con la desventura desilusionada de la vida, y los sueños muertos. Por no sentir, me quedo vacío, por ser vacío me quedo contigo. Por el miedo me quedo sin ti. Por vivir desintegrando “nadas” vagabundeo entre los caminos de la tristeza absoluta. Se que hay algo que me llena de ella, se que la ausencia me envuelve de ti, se que la amo, es difícil que la deje, triste sería que no la abandonase, pero ella ya es parte de mi… ella no me encontró, sé que yo la busqué.
Se las presento, su nombre es: soledad.

DG.

miércoles, 25 de agosto de 2010

La ciudad definitiva.

"El ave que sabe silenciar
mi silencio
no tiene alas
mas que para caer
en silencio."




La verdad… esa verdad que desencadena hasta las cosas que no quisiéramos saber, las que queremos que se guarden para siempre, que no esperamos que se digan. Las que queremos tener bajo siete llaves y tirar las llaves después. “la verdad nunca es triste, lo que no tiene es remedio” dijo Serrat…
Desde mi poco conocimiento, creo que la verdad es un arma letal. Es lo más destructivo o constructivo que puede haber en uno mismo. Uno se supedita a una verdad, a una que esconde, a una que guarda, a una sucesión de verdades que si se dijeran como se piensan sería masivamente destructiva, nociva para quien la escuchara.
La verdad. Cuando la piedra ya está lanzada, la palabra dicha, las manos en alto, el pie esperando el salto no hay vuelta atrás. La palabra es más dura que cualquier puñal, la acción es más dura que cualquier revolver que te gatilla por detrás.
De la verdad no hay retorno. La verdad es. No hay perdones, ni disculpas, no hay nada que haga volver ese conjunto de premisas verdaderas atrás. Ni siquiera justificar que la verdad no es más que otra mediocre mentira a medias.
Mediocre, corriente, hipócrita…. Si, así es la gente que oculta verdades. Que aparenta lo que no es. ¿Así soy yo? Así soy yo, porque a veces pienso que así somos todos.
Pero sí, jamás negare lo mediocre que soy. Porque como yo lo veo nunca se puede hacer absoluto en todo, siempre hay algo a medias, algo para lo que no somos, no servimos, algo para lo que somos mediocres. Y para tantas cosas que realizo soy mediocre! Porque no tengo capacidades suficientes para hacerlas y sin embargo, es lo que me hace feliz. Así que sí, soy mediocre para tantas cosas que a veces asusta. Porque no soy más que lo que soy, más de lo que se ve. ¡Cómo si eso cambiara algo! Más, menos mediocre ¿y?
Busco respuestas tal vez… porque busco verdades. Algunas vacías, mundanas. Otras que dan más satisfacción.
Verdad que envuelve el bien, y se ve como un mal, como un carácter de superación propio.
Verdades son las que no digo. Las que me guardo, las que nunca quisiera decir.
Porque la verdad está ligada a la valentía. Nadie sabe qué actitud tomar frente a la verdad, frente a esa razón que da motivos, pero jamás da respuestas. Da solamente eso…razones… razones para olvidar, razones para vivir, razones para amar, razones para morir, simplemente da razones…
Quien se jacta de saberlo todo, probablemente no sepa nada. Aquel que analiza como si los seres humanos fuéramos tan corrientes todos, y predecibles, probablemente se equivoca.
Pero ¿quién soy yo para hablar de equivocaciones? Cuando soy la primera en equivocarse tanto con las personas. Hay patrones que se siguen, pero cada uno posee sus individualidades.
Y sin embargos todos caminan tan rutinariamente tan normalmente… como si… nada…
Y al final ¿Qué hacemos con las verdades?
La respuesta larga: las olvidamos, jamás podemos ni siquiera sabemos cómo sobrellevar la verdad, porque a veces es más grande de lo que pensamos, es como agua que sobrepasa el borde del vaso, y desborda. Es algo que no sabemos cómo contener, pero a la vez, no podemos dejar que las cosas sigan igual. Porque algo en nosotros cambió, algo ya no es igual. Miramos algo diferente. La mañana está más soleada o más oscura pero es diferente. Después de una gran verdad, hay un gran cambio. Para bien o para mal.
La respuesta corta: nos la pasamos por el culo.

DG

miércoles, 18 de agosto de 2010

Epafanía y desencuentro.

"El que quede establecido como causa algo ya conocido, vivido, inscrito en el recuerdo, es la primera consecuencia de esa necesidad. Lo nuevo, lo no vivido, lo extraño queda excluido como causa. . - (...) Consecuencia: una especie de posición de causas prepondera cada vez más, se concentra en un sistema y sobresale por fin como dominante, El banquero piensa en seguida en el "negocio", el cristiano, en el "pecado", la muchacha, en "su amor".”




Epifanía y desencuentro. El tiempo que da mis razones, las gotas que no dejan de caer. La diáfana noche que culmina entre mis aguas, y las separa y las dispersa para que me vea clara otra vez.
Caricias que van al aire, tierra que se condensa en las pisadas, en las miradas vacías, y arden los ojos.
Aburrida caminata que se repite hasta cansar. Predecible “beneficio”.
Ajedrez que regula el pensamiento. Crucigrama de horas perdidas, palabras no dichas. Miradas enamoradas. Celos que condensan. Desterrada fuerza asesina que se arrastra por debajo de mí. Hiedra que crece y me envenena, y se aglomera en mi alma, y deja huella.
Alma no corras, no escapes más… deja derribarte por los sinfines de la no certeza absoluta, y matame después. No te resistas, ríndete y transfórmame de ti, de ti y de todo, y envuelve mis canales del corazón, con miradas regodeadas de compañía y no de ansias de soledad. Pero matame después. Después de que empiece a comprender el por qué de cada cosa. Y por qué querer así y por qué morir después. Y muéstrame como este simulacro es real, y como debo acostumbrarme a no ser, a no ser de ti más que tu sombra. Tersa piel, ojos grises, y desazón. Oxímoron que no siente más que este ruidoso silencio, esta soledad acompañada, este reír llorando, y amar sufriendo, y saber que la noche esta clara, como el agua, y que el fuego recubre cenizas, que el agua en llamas aplaca después. Si me miras cierra los ojos y no me veas, porque puedo perderme, perderme en tu mirada, y no volver después, y condenarme a la eternidad de tus labios de aire, y saber que sin ti, no es más que mi, sin nada, puede llegar a matarme, o a dejar vivir muriéndome. Alma….explícame, ahora no el por qué, sino cuándo, cuándo volverás a tu cuerpo, y no al mío, y escápame de mi. O escápate de ti misma. Pero vete. Corre lejos, huye y muere.
No sientas más que la felicidad que me da el saberte presente. Pero a la vez, sin ti.
Alguna vez escuché tu nombre, y nunca supe quien eras.
Pero siente latente el sonido de mis labios que te llaman, que me inspiran, que envenenan el encuentro postergado por la vida, que me calma, que me alimenta nada más que de esta expresión que sería quererte, soñarte, y ojalá despierte sin ti. Porque contigo es amarte.
El pecado de mis labios que contiene los suspiros. Vuelves a ver lo que no viste antes… pero que no me sabe a un después. No busques, encontraras lo que no conoces: que es a mí sin ti. Y no te asustes si decides marcharte antes de emprender la marcha. En general el valor en el aire radica en unos pocos. Y has llegado a perderte tanto en mi pensamiento que ya no te encuentro. Permite alma despojarme de la sensibilidad, aquella que no tengo conmigo o aquella que acuchilla sin piedad. Permíteme alma, deshacerme de ti.



DG

jueves, 12 de agosto de 2010

MUJER y no, mujer.

"Las cosas, generalmente, no son como parecen. Incluso lo que sabemos de nosotros es, las más de las veces, muy poco. Lo que creemos con tanta obstinación
puede no ser cierto. Lo que pensamos puede estar equivocado. Y, del mismo modo,
lo que percibimos también puede estar distorsionado."




A veces la respuesta está más cerca de lo que pensaba. El ser mujer el ¿Por qué de su desvalorización? Porque el hecho de querer "esto" y no aquello, y el porqué de que todo tiene un porqué. Las mujeres los hombres, el concepto barato de todo. El hecho de la feminización del hombre, y de la masculinización en la mujer. ¡Era tan siempre! ... ¿por dónde debería empezarse? Por supuesto... por donde empieza, por los ante pasados, por todo lo que se remite a lo que no es nuestra generación sino a nuestras madres y abuelas.
Cosas que no me podía explicar explícitamente porque no podía basarme más que en gestos, dichos, usos y deshusos de muchas cosas. Ya lo entendí.
Esta generación, la mía y las que vienen, tienen esta característica de "regalarse" de ser fáciles, de tomar el rol de hombre y salir a buscar, de no necesitar, de creerse capaces y autosuficientes para todo, de no querer tener hijos y vivir "consolándose" toda la vida si eso les da la felicidad total. Y este rol del hombre, de sensibilizarse y querer exteriorizar sus sentimientos, de necesitar hablar, de precisar contención, amor, respeto, cariño más allá del sexual. Tiene una explicación, comprobada y válida a mi entender.

1. La desvalorización como mujer
2. El desencuentro del hombre al no "hallarse" con la mujer.
3. El aumento de parejas homosexuales.

Las mujeres estamos tan casadas de escuchar quejarse a nuestras madres y abuelas, casi como un habito de lo mala que es la vida, de lo malo de ser mujer, de lo difícil que es, de la "desgracia" que el cielo nos mandó, que al enfocarse todo el tiempo en eso se olvidaron de que eran el ejemplo de muchas generaciones que le seguían a ellas... ahora estas mismas generaciones quieren y necesitan adoptar otro "rol" que no las identifique ni con sus madres ni con sus abuelas porque ellas quieren no "padecer" lo que su legado les dejó. Yo misma me he escuchado decir "hubiera sido más fácil si hubiera sido hombre" eso es precisamente la desvalorización de la mujer, por eso adoptamos los caracteres que adoptamos. Cambiamos roles, nos "polarizamos" adoptando formas masculinas, que nos intenten alcanzar más a la felicidad.
-Por eso ahora, cuesta (en términos generales) que las mujeres quieran "formalizar" que puedan tomar los requisitos que eso implica, porque tiene miedo, y se sienten frustradas al ver que sus padres llevan la vida que llevan, que la parte compartid sexual se derrumbó, que ya no está, que prácticamente no existe. Creen que sus vidas de casadas va ser una mierda. O en los casos extremos, va a terminar en un divorcio como 25 de cada 100 parejas (y 70 que viven en conflictos). Que nunca las va a terminar de satisfacer, que nunca van a llegar a alcanzar algo que ellas nunca vieron, que no tuvieron.
-Las mujeres que necesitan de esa "Droga" para sentirse bien, un hombre que saben que les hace mal pero lo necesitan porque está tan trastocado, y subestimado el hecho de ser mujer, que tiene ejemplos en los que es PRESISO sufrir para sentirse valoradas. Para sentirse MUJERES. Por eso quieren y aman, y se sienten enamoradas del hombre que las lastima, que les hace mal, que las hace llorar, no del bueno, no del que las cuida, porque es "ese" el que las reencuentra y conecta con el concepto totalmente errado de ser mujer. Necesitan eso como un narcótico porque NECESITAN estar mal, para reconocerse.
Sentimos que para valorizarnos, realizarnos, necesitamos a un hombre, que todos nuestros estados de ánimo, dependen "del otro" y no "de mí". Exteriorizamos. Pero no nos hacemos cargo de que estamos como queremos. Que si estamos infelices no es porque el otro no no puede hacer feliz, es por nosotros mismos. A mi entender no deberíamos dejar nuestra felicidad en manos de nadie. Si se elije ser feliz, es por acto propio y no de nuestro alrededor.
Porque evadimos y ocupamos nuestra mente para no pensar. Porque cuando éramos chicos vivíamos los problemas de nuestros padres como si fueran nuestros, y eso se fue acoplando, y fuimos creciendo y cada vez nos sentíamos más culpables más provocadores de los problemas ajenos, y nos hacíamos cargo. Y vivíamos a diario con el conflicto, y aprendimos a "focalizar" en otras cosas, en un escape, en un mundo que sobre pase lo real, en "el futuro ideal" aprendimos, a leer y a estudiar y a proyectar para salir de los problemas familiares. Aprendimos a evitar, a evadir. A estar más pendientes a "la meta final" que a disfrutar del viaje. Para salir, correr, huir... donde sea.

y además de todo, seguimos siendo seres vulnerable y tenemos miedo, todos tenemos miedo, porque en el fondo no queremos que nos pase, no queremos terminar así. Queremos ser excelentes padres y enseñarles lo que tuvimos que aprender solos a los golpes. Queremos no vivirnos quejando, usar de ejemplo sólo lo bueno. O simplemente no proyectamos... así como muchos anhelan llegar al futuro, otros le temen con pavor, a lo que puede ser el después. Porque no pueden tomar responsabilidades de nada porque se reflejan en espejo de lo que aprenden, de lo que ven del otro lado. Es tremendamente importante aunque no lo aparezca como nos definen nuestros viejos a veces, o casi siempre... como los ejemplos, los modos de vida, y demás hacen que nos remarquemos y que nos formemos como lo que somos. No es desprestigio pero tampoco es sobrevaloración. Siempre digo, supongo que todos tiene que poner de todos, para que todo salga bien.


DG

lunes, 26 de julio de 2010

Dispone a tu gusto de estas ilusiones.

"No espero nada. Esto no es horrible. Después de resolverlo, he ganado tranquilidad.
Pero esa mujer me ha dado una esperanza. Debo temer las esperanzas. Tal vez toda esa higiene de no esperar sea un poco ridícula. No esperar de la vida, para no arriesgarla; darse por muerto, para no morir.
Ya no estoy muerto: estoy enamorado."




Supongo que a veces hasta me cuesta escribir de algo que no se, de algo que me declive a una complicación de interpretar por completo. De algo que muchas veces no puedo ver con claridad. ¿Qué es? : El amor.
Me cuesta creer, y me cuesta entenderlo, quizás el amor no se entiende, es sólo cuestión de sentir. Pero conozco a tanta gente que sintió cosas que yo creía que eran muy profundas, de hecho a mi misma me pasó, cosas que parecían que venían de tantas otras vidas, de tantas otras almas, de “lazos” que no se podían romper, de gente que DEBIA estar junta y sin embargo… fracasan, so olvidan…parece que…todo se olvida…
Parece que no hubiera cosas absolutas, que nada fuera perfectamente absoluto, que todo a mayor o menor medida es relativo, persuasivo, casi convencional, cuasi predecible. Como si no se esperara nada más que el hecho de que las cosas sucedan, trasciendan, Pasen. Pero nada… nada más.
Hay más divorcios, que parejas que viven felices toda su vida, más olvido y menos memoria, mayores defectos y mucha idealización, expectativas que no son las esperadas, hay de todo y sin embargo parce como si no hubiera nada.
A pesar de todos los malos ejemplos que hay a nuestro alrededor, de cómo la gente de mismos sexos se casa,-(no digo que este mal, pero por algo pasa, algo carece que no encuentran y buscan en otros lados, en alguien más)- y como las personas de diferente sexo viven en divorcios permanentes, y veo como las parejas que duran a lo largo del tiempo, lo hacen meramente por comodidad pero jamás porque volverían a elegirse si se les diera la oportunidad de vivir toda la vida juntos nuevamente. Yo creo en el amor. Pero es difícil creer en algo REAL cuando parece más inventado que palpable.
Parece que lo puro, que la esencia del amor, se disuelve, o ¿es qué acaso nunca existió? Me cuestiono a mi misma a veces hasta si lo sentí, si realmente me enamoré, y yo creo que sí. Pero si fuera así, si así existiera, ¿Por qué olvidamos tan fácil? ¿Cómo podemos remplazar tan fácil algo que quisimos tanto? ¿Cómo el tiempo y la ausencia hacen que lo que vivimos no signifique más que un sueño? ¿Más que nada?
Quizás es la idea de que idealizamos tanto al amor, que creemos que un amor, que EL AMOR es para toda la vida. Pero tal vez es un momento, un instante increíblemente intenso, y luego como cualquier llama se va apagando gradual mediante el tiempo pasa, con o sin ausencias… simplemente se va meriendo, extinguiendo porque nada puede permanecer intacto toda la vida. Tal vez sea así, aunque algo en mi se niega a creerlo.
Es que… ¿Qué decimos cuando decimos “el amor de mi vida”? ¿Aquella persona que siempre va a sostener nuestros sentimientos, a aquella que sabe mantener indemne lo que sentimos, a aquella que idealizamos y por eso no podemos dejar ir, aquella que vamos a amar toda la vida? Y ¿Cuántas personas que conocemos se aman toda la vida, o mejor aún, cuantas personas que conocemos pasan la vida AMANDOSE?
Sí creo de alguna forma en el amor. Porque soy fiel a ese sentimiento, sino ¿en qué cosa más linda se puede creer? Pero creo que quizás haya que encontrar a LA persona para compartir toda una vida. Al alma que nos complemente, al alma que dejamos en otras vidas para encontrar en esta. Pero ¿Cómo encontrar un persona/alma, en una ciudad llena de ellas?. Casi imposible…. Esa que se siente que está atada a nosotros desde mucho tiempo antes, ese sentimiento que sobre pasa la química y va mas allá, algo casi espiritual, que gobierna todos los sentidos y los anula, y los domina, y los potencia diez veces más. Ese “condimento” que le da sabor. De alguna forma, capaz así sí se pueda amar, pero amar, toda la vida, sin que eso se desintegre como una hoja de papel mojada por el tiempo, empapada por los años. ¿Y qué es lo importante de todo esto para mí? ¿Lo más importante? … que lo sepamos ver. Que lo reconozcamos.
Miles de personas pasan buscando el amor, y cuando lo encuentran lo pasan por arriba. Buscan el amor, pero cuando lo encurtan no lo reconocen, o ¿no lo sienten? ¿Es eso posible? Por eso para mí no hay nada más importante que saber mirar, pero no sólo ver el objeto, sino como se ve… eso es saber mirar, quizas eso sea realmente amar.


DG

sábado, 24 de julio de 2010

un altro inizio...

"Vota la bellezza delle cose semplici. È possibile rendere bella della poesia su piccole cose."




Strano momento che incontrate. Forse stavamo cercando. Unico modo per voi di dire le cose, soprattutto la forma ... le parole per dare un senso agli eventi. Quelli che possono dire molto di più di due.
Non dire ciò che sei, interpretare il pensiero e può essere in grado di vedere sotto la pelle.
Sento che la facilità di darti le mie mani di toccare, di aggiungere nella tua rimanendo sempre dire queste cose, o quelli che dicono senza pensare.
strano modo di guardarti, eventi rari in cui si percepisce. Quella luce vorrebbe vedere, quella luce sei. Passato non si mette in evidenza, ma io non voglio tagli essere.
Ascolta la destinazione nel puzzle della vita. E mi sento vicino a toccare.
Stringimi forte perché io non cada. Ho paura. Paura di amare. Per vivere inizia nelle vostre mani sta cominciando a morire, uccidere e annegare i vostri sensi in bellezza.
Fragile si percepisce la mia luce, quando si è così spento, quando guardi i miei occhi e si può vedere molto più di quello che vorrei mostrarvi. Non è giusto per farmi bene, non è giusto per me nudità così tanto. E 'bene che ci sentiamo bene, perché ", che" si sente strano.
I denunciare ciò che non voglio espormi perché mi mostra più desiderato o percepire me troppo bene, e mi lasci senza parole per capire come si fa, e si dovessero ripetere.
La chimica è più che superficiale. Non mi, non so se si vuole capire. E 'una sensazione che se non si può avere. Poi, quando non spero mi sorprende di nuovo. Tu non capisci. Sto ancora aspettando il tempo, quello che si accumula descifrarte momenti un po 'meglio. Ci deve essere qualcosa che non riesco a vedere. Profondità sguardo e vedo il vuoto. Questo non è normale.
E quel conforto che sembra fatto da migliaia di momenti che ho vissuto, per le compilation di discorsi e racconti, e le risate e gli scherzi che non ho mai avuto o incontrato. Finché molte vite. E posso solo dare e prendere di sorpresa e di tendenza che mi cattura, ma non voglio, ho lasciato andare a te.
Incredibile paradigma che è ancora a capire i miei pensieri. Sensibilità a sapere che ho e che voglio nascondere. Io bugia se ti dicessi che non penso, o è che quello che dici è vero.
Il più impegnativo il mio concetto è la vostra percezione di cui non può sfuggire, che molto successo. Impossibile da ignorare. Lie to me una volta, io non mi conosce, dire la verità, che non avevano mai visto me ....
Ma ... queste sapere di più su di me ... tanti tanti altri.
Forse è davvero così, forse sappiamo già ...
Strano che trovo il tempo ... forse stavamo cercando.


Dai.

miércoles, 21 de julio de 2010

Cuando hay que hacerlas...

"Era un individuo de esos se se callan por no hacer ruido, perdedor asiduo de tantas batallas que gana el olvido."






Esperamos, hacemos tiempo para tantas cosas… sugestionamos nuestro pensamientos y hacemos esperar a nuestro sentir porque pensamos que estamos esperando un fin, algún lugar para poner nuestras cosas en claro. Dejamos pasar tiempo, y después cuando pensamos las cosas, y nos “tomamos nuestro tiempo” usualmente llega a ser tarde. No entiendo porque no tomamos las decisiones en el preciso momento en que debemos.
Esperamos de la vida concretar “ese fin” sin saber que si fuera así después de cumplida moriríamos con ella. Porque… ¿Qué sigue después de haber cumplido, de haber llegado a donde deseábamos? Creo que después nos sentiríamos vacios. Pero lo dejo cada uno a su gusto y semejanza. Si me pregunta a mí. Creo que estar esperando “un momento” para tomar determinadas decisiones es totalmente absurdo. Porque después… pasan tantas cosas, que la idea se pierde y se deforma, y al final terminamos haciendo lo que no deseábamos hacer, o no son nuestros verdaderos deseos, pero la costumbre y la comodidad generalmente llegan a gobernarnos… en fin, para mi… Las cosas hay que hacerlas cuando hay que hacerlas.

DG

lunes, 19 de julio de 2010

Uno mismo.

"Ponemos la palabra allí donde comienza nuestra ignorancia, donde no podemos ver más allá, por ejemplo: la palabra «yo», la palabra «hacer», la palabra «sufrir», éstas son quizás las líneas del horizonte de nuestro conocimiento, pero no «verdades»."




Es imprescindible e increíble como una mala decisión que en su momento creímos acertada puede afectar todo nuestro desino, cambiar el orden natural de las cosas y que todo después resulte una mierda para todos. Y… como todo ser humano nos damos cuenta de los errores cuando ya es tarde. Bueno que exista esa visión de nosotros mismos. Pero las cosas hay que hacerlas cuando hay que hacerlas. Y después ¿cómo se vuelve atrás? ¿Cómo damos vuelta las agujas del reloj? O ¿a caso nos engañamos justificándonos de minimalistas creyendo que lo mejor es esperar las cosas nuevas y el cambio? Mentira…
Tal vez solo hace falta, dar un paso y caer…. ya que estamos cayendo. Hacer cosas sin pensar porque verdaderamente las queremos, son las cosas que escondemos y que realmente hablan por nosotros. Esa lógica, no tan lógica que escapa a nuestra compresión, y se dispersa en la locura.
Esos impulsos que nos gobiernan y nos mandan, provocan esa dictatorial forma de manipular nuestros sentidos, nuestros deseos más profundos y si no los reprimimos, si los dejamos actuar, puede que aunque esté bien o esté mal a los ojos de cualquiera, nunca nos hayamos sentido más auténticos, más trasparentes con nosotros mismos, con los demás.
Si supiera que es lo que me tiene acá, ya me habría ido… Si quisiera. Si dejara salir ese ir y venir de mi pensamiento ambivalente probablemente hubiera hecho lo que hice. si quisiera olvidar estos nuevos recuerdos, no volvería atrás, no repasaría las palabras. Y a veces creo que hasta odio ser quien soy porque en el fondo lo quiero. Y me entretengo pensando en cómo sería sino supiera quién soy yo, porque perder lo que queremos por no poder romper con nosotros mismos es total e irrevocablemente absurdo: nada mejor que sentirse uno mismo. Quizás es un sentimiento de maduración que me obliga a perfeccionarme para entender que la perfección no existe, y si existiera tal vez, no me guste, o no la quiera alcanzar en materia, quizás es algo más interno, o más espiritual.
Frases y hechos que se acercan a la vida, porque quizás es la vida, quien se acerca a mí. Si quisiera empezar de cero… probablemente me repetiría, solamente para llegar aquí. Es como ese puente turbulento que debemos pasar para llegar al otro lado, a donde queremos, a donde esperamos caer, a donde aspiramos llegar.
No me quejo, agradezco lo que soy, agradezco lo que fui. Agradezco el resultado bellamente exótico de las mañanas, el valor agregado, la ilusión a medias, el calor de las manos, el sabor a miel.
Si me canse de ser quien fui es porque nunca fui quien soy, y nunca podré dejar de ser la que era. Albergo en mi pensamiento las palabras que jamás podría llegar a decir y las cosas que jamás hubiera hecho probablemente ya las hice.
Mis pasos sencillos, mis palabras simples, detonan solamente esa que soy, ¿o aquella que fui? Mientras tanto, como siempre, y aunque todo se vea claro, sigo respirando pero me doy miedo a cada instante en que desaparezco y así a la vez otras veces es tan difícil evadir el "yo"…
Tal vez, ya no sepa porque mi mente quiere que haga algo, pero…tarde o temprano entiendo el por qué. No quiero volver… volver a lo de siempre, quizás esté buscando cosas diferentes.
Perdón sino vuelvo atrás. No tendré repuestas, ni certezas, pero tengo seguridad. Seguridad de lo real, seguridad de no tener miedo, seguridad que me da saber que no hay nada más certero que conformar a mi corazón. Vivir, en la única certeza posible, y la única que puedo tener. Aunque la vida no sea certera, ni exista una justificación válida para la razón, vivir vale. No te mientas… Quizás solamente necesite saber elegir. Justificar el cambio sólo nos pierde. Creo que es cuestión de asimilar la novedad. Los escenarios cambian todo el tiempo. La costumbre da paso a lo trivial. Tal vez nunca quiera conformarme. Tal vez nunca quiera ninguna comodidad… tal vez solamente necesite vivir, vivir del todo o un poco más.

sábado, 17 de julio de 2010

El amor en sus fases.

"La vida es cíclica y que siempre el final de una historia coincide con el comienzo de otra nueva y que, ante todo momento de penetrante felicidad siempre
hay que esperar otro con igual intensidad de tristeza."




Al margen de que mi tiempo últimamente está bastante ocupado, como es de mi, no puedo, no pensar, o no reflexionar sobre el tema que más me compete, no porque lo entienda, y no porque sea “competente” en términos correctos hablando sobre el tema, no lo sé, pero el amor, es algo que ya de por sí es complicado, tan complicado que resulta un desafío por lo menos para mi intelecto entenderlo en su manera completa y absoluta de sentir. Aunque no se entienda, o aunque pensar que entenderlo sea una manera completamente muy ilusa de considerarlo (ya que miles de veces hemos escuchado: el amor no se explica se siente). Me resulta interesante y por demás, explicar el sentimiento que más que por reacciones químicas formuladas y compuestas en nuestro hipotálamo, es una forma de costumbre general a sentir. Algo que se hace por imitación. Definimos el sentamiento por conocimientos anteriormente existentes en otras personas que lo definieron como: amor. Siguiendo a un sentir nada guiado lanzándose a lo más remoto y desconocido. Si estuviéramos solos en una isla, con una persona quizás, y no conociéramos el concepto del amor, ¿se sentiría igual pero no sabríamos definir el sentimiento? Conocemos el termino, conocemos la base de su definición, y hasta a veces podríamos decir que conocemos el amor, ¿en concepto?... ¿Cómo es que lo conocemos si nadie nos enseñó lo que es el amor? ¿Es entonces un sentimiento congénito del ser humano que nos incumbe a todos y cada uno? ¿Y si no se puede enseñar el amor porque se siente?, pero ¿se puede enseñar a amar?, o ¿es que el “corazón” guía la forma en que procederemos? A mi criterio, el primer amor, es el amor a uno mismo, como individuo, como persona. Si no se tiene o posee ese amor, no puedo ofrecerlo, no puedo prometerlo, ni entregarlo, porque técnicamente estaría engañando a la otra persona, le estaría ofreciendo algo que sé que no tengo. Le estaría prometiendo un cielo inexistente que no tengo y no conozco. No puedo dar o prometer amor, cuando sé lo que es, creo que existe pero no lo tengo o no lo siento. Porque… ¿cómo puedo dar algo que creo que existe pero qué no existe en mi? Considero entonces, que el ser humano tiene una percepción del amor muy vacía, es una condena al deseo y no al amor. El ser humano no da ese amor, reconfortante, suave como el terciopelo, ese que acaricia el alma y llena. Da lo mediocre del amor. No me gusta asumirlo pero es lo que veo, en cada pareja, en cada mirada. No veo esa clase de amor puro, a la que por lo menos en mi caso particular yo aspiro, no lo encuentro, y no digo que yo lo tenga, ¿ a alguien le enseñaron a amar así, de aquella manera profunda? Aquel amor que se rija por otras normas que sobrepasen el deseo, algo más grande, algo que cuando muera el deseo no muera el amor. ¿Pero existe? Pero si todos estaríamos imitando lo que consideramos o la forma de proceder mediante el amor, nadie se estaría dando la libertad única y absoluta para sentir de esa manera, mucho más difícil en cuestión… y así tan poco que amamos, tan fácil olvidamos. Lo he vivido y me resulta incomprensible. Como las parejas comparten tanto tiempo juntas, años, vidas, y al final terminan sintetizando todo aquel amor en dos completas almas desconocidas, como si no se conocieran, como si nunca hubieran existido, como si nunca hubieran compartido el más profundo amor. Y es que no… no lo compartieron así. Compartieron otras cosas, u otra clase de amor. Es mentira que todo se olvida., que el tiempo mata ese sentir etc. etc. Y el que lo hace es porque sinceramente nunca sintió como lo tenía que sentir. Entonces con esas caídas, nuestro cuerpo frágil y maleable, se convierte en un pedazo de fibra dura, en un callo, en una tabla donde todo “resbala”… y tapamos… y lo paradójico es que como así nadie nos enseña a amar, nadie tampoco nos enseña a olvidar. Surge solo, el mismo cuerpo rechaza el sentamiento y cae en el olvido porque así lo prefiere, antes que sufrir… es un acto reflejo, un instinto completa y netamente humano. No se cuan a favor estoy de la frase trillada “hace lo que sientas” no se cuan bueno y bien está hacerlo. Definitivamente en el amor, es lo mejor. Pero ¿en el olvido? Si haríamos lo que sintiéramos, por consumo en tiempo, cansancio o fatiga, dejaríamos todo, soltaríamos la soga y no perseveraríamos en nada poniéndonos nuestros propios limites. Porque es más fácil. Y el ser humano es cómodo. Entonces lo dejamos, lo tapamos, lo olvidamos. Así que en algún punto “hacer lo que se sienta” no estaría tan correcto o tan bien, aunque sería muy normal. Y después entonces con el tiempo, y la vida, aparecerá alguien más en la cual encontraremos la satisfacción de compartir. Una que “opaque” el amor sentido por la anterior persona. Me parece horrible el termino “un clavo saca otro” si se decide olvidar, empujar la puerta y cerrarla definitivamente, por múltiples causas que exceden el sólo simple hecho de olvidar. Estaría entonces correcto evocarse a alguien más y entregarse completamente sabiéndonos con capítulos totalmente cerrados, que no estén perturbando la tranquilidad de la nueva relación. Pero comenzar una nueva relación para olvidar una pasada, es en realidad muy triste, porque desde un comienzo se sabe que por muy deslumbrados que estemos por esa persona, la relación esta condenada al fracaso. O en su defecto a un nuevo olvido. ¿Podríamos entonces olvidar para olvidar? A mi me sabe triste…pero por lo que he visto es bastante natural. En síntesis no comparto mucho nada del ser humano. Ni el amor, ni el olvido, ni la formas de ambos dos.

viernes, 16 de julio de 2010

Lo cómodo.

"El segundero se va deslizando, suavemente, por la esfera del reloj. El mundo prosigue su avance continuo, sin pausas. La lógica y la acción funcionan
de un modo sincrónico, sin fisuras. Al menos por ahora".




Si me preguntan a mí, yo siempre haría lo más difícil. Lo complejo, lo que se rebusca, lo que no es fácil, lo que no es cómodo.
Veo a lo largo de mi vida, como el ser humano se desenvuelve de una forma completamente opuesta a la mía. O yo opuesta al ser humano, y siempre fue así, así que no me quejo. No es que desperdicie lo que es fácil porque como no me costó no debe requerir los atributos que me gustarían, es más simple. A la hora de elegir un camino, no elijo el fácil, ni el correcto, elijo el más dificil. Yo supongo que es (además de una beta patológica bastante importante de querer complicarme la vida) creo que es porque me gusta sentir el incentivo de pelear por algo todos los días, aunque no sea fácil, y aunque requiera de mucho tiempo y mucha paciencia.
Y todo en la vida requiere de mucho esfuerzo si realmente se quiere conseguir, cualquier cosa, cualquier cosa que aspiremos a tener, sea una pareja, amigos files, un buen trabajo. Creo que es cierta esa frase de que uno cosecha lo que siembra.
No digo que todos deberían ser como yo. Sería lo más ególatra y narcisista que podría decir. Simplemente que no me parecen “correctas” algunas actitudes, algunas maneras fáciles de sortear lo que está en nuestro camino, y hacer simplemente lo que nos traiga “menos problemas”. Entiendo que todos buscamos tener una vida descontracturada, libre, fuera de prejuicios y conflictos internos o externos. Pero creo que “apartando” los problemas de nuestro sistema lo único que conseguimos es entrar en conflicto con nosotros mismos. ¿Realmente vale tanto la pena eso? Quizás explicándolo mejor, creo que me interesa más estar en paz conmigo misma que con los demás. Podría tener una batalla campal con cualquiera pero no soportaría tenerla conmigo misma.
Será por la vida que me tocó y por los ejemplos que tengo, que estoy absolutamente en contra de apartar cosas de nuestra vida simplemente porque queremos la comodidad que nos otorga ese alguien o cosa en vez de salir a buscar los pequeños detalles, los rebuscados, las difíciles, las autenticas, o las verdaderas, meramente porque es más difícil. resignamos o tapamos nuestra verdadera felicidad por una , que sabemos que en el fondo no es muy “cómoda” ¿Vendimos nuestra capacidad de disfrutar la vida por un pequeño pedacito de “confort” o conveniencia? Entonces creo que en realidad así se pierde la escancia más pura de muchas cosas. Y Pasa todo el tiempo, a todos lados a nuestro alrededor. TODO EL TIEMPO.
Dejamos pasar miles de cosas, por comodidad. No efectuamos ni hacemos nada, no nos movemos por miedo a perder la solidez de nuestro mundo cuando quizás lo que nos espera es mucho mejor, o mucho más placentero que esa verdad a medias que estamos viviendo en este momento, o aquella que quizás se prolongue a un después. Vamos quemando días porque es más fácil quedarse como uno está quieto, inmóvil, insoluble al cambio. No queremos cambiar… (Creo que uno siempre está como quiere estar en cuanto a estas cosas) nos cuesta desprendernos de ideas, de momentos, de situaciones porque son fáciles pensarlas, porque en la rueda, en la inercia de todo momento es MAS FACIL (una vez más) pensarlas que afrontarlas. Vivimos todos los días escapando a otra realidad, a un futuro, a lo que fuere porque es MAS FACIL que llevarlas a cabo, que vivirlas… queramos o no vivimos más en nuestros pensamientos que en la vida real. Y es difícil obvio que es difícil ¿Quién quiere cambiar cuando sabe que en eso no sólo pone en riesgo su comodidad sino que también corre el riesgo de perder más de lo que gane? Creo que no hay nada más impotente que sentirse “detenido” por ese cuestionamiento del pensamiento, ese pensamiento que nos ata que no nos deja fluir con naturalidad. Pero tampoco hay nada más importante que sentirse libre para tomar las decisiones que queremos esas que en el fondo desearíamos hacer, tener, conocer, las que realmente queremos por encima de sobre todas las cosas. Esas mismas cosas que nos tapan la visión para alcanzar la meta.
No se tanto… pero si me preguntan a mí, yo siempre haría lo más difícil.


DG

jueves, 8 de julio de 2010

secretamente profundo.

"A la hora de la verdad, que es la de buscarse a sí mismo en lo objetivo, uno olvida todo y se dispone a no ser fiel más que a su propia sinceridad."





Posé la colilla del cigarrillo en mis labios, saqué el encendedor de mi bolsillo.
Exhalé el sabor, el humo concentrado en mi garganta… tan extremadamente delicioso… lo expulsé por mi nariz. La nube de humo truncaba mi vista de las vías del tren. Por un momento, consideré la idea de que el mundo se hubiera detenido, entre el ruido, y el murmullo de miles de voces resonando a mí alrededor. Me sentí en silencio, en paz, sola. Dios me había abandonado ya hacía mucho tiempo. La escena era extraña, hacía frío, llovía muy fuertemente, las manos se me congelaban mientras sacaba el cigarrillo de mi boca, los despegaba lentamente de mis labios. Volví a manifestar, la toz convulsa. El cigarrillo me estaba matando.
Nada estaba en su fisonomía habitual, todo estaba deformado, trasformado. Al ver que el tren no se aproximaba, aturdida me aparté de allí. Mirando detenidamente una cortina de agua ante mis ojos, observé caras y personas diferentes, disímiles, distintas pero con algo en común, todas nos tomábamos el tren a ninguna parte, corríamos contra las agujas de un reloj sin argumento ¿con qué fin? Todos los que se me ocurrían eran vacíos, burdos, vanos. ¿Qué estarían pensando aquellas personas? ¿Pensaban? ¿Acaso todas pensaban tanto? ¿Alguien estaría pensando en que estaba pensando yo? Volví a toser. Pensé en la muerte y entonces, un escalofrío me envolvió, abrí los ojos repentinamente, y me acordé de un suceso ocasionado unas semanas atrás….
Siempre pensé en mi muerte como algo natural, y remoto, lejano, tan lejano que parecía que nunca jamás pudiera llegar a sucederme. Creo que es la paradoja de la humanidad en general, (sin deseos de justificar mi pensamiento) todos sabemos que en algún momento vamos a morir, pero nos creemos potencialmente eternos…
Hace unas semanas, había visto la muerte ante mis ojos, una persona que no conocía había muerto inesperadamente de un infarto en frente de mi débil, y fría persona. Todo era caos y desesperación, y en medio de ese murmullo puede apreciar, el silencio, la nada, creo que hasta pude percibir la vida yéndose de su cuerpo, creí ver su alma. Toda esa sangre caliente que recorría su cuerpo se congelaba, y puede ver como aquella cara gesticulada llena de arrugas y marcas de vejez y de vida eran consumidas y borradas por una fría mascara inexpresiva, y su cuerpo era envuelto por la muerte para trasformarse en un vació trozo de mármol. No la conocía y jamás lo haría, pero todo aquello me hizo pensar ¿Qué habría pasado con el destello de sus ojos, con su mirada cálida, con todo lo que ella era como mujer, con sus años vividos y recorrido, con las arrugas delicadas que cernían sus manos, con los momentos que la habían hecho feliz, y con los que no, con sus gustos, sus risas, sus maneras, con todo aquello que la hacía reconocer y la singularizaban del resto de las personas con suma y propia autenticidad? No podía todo finalizarse así, en el pavimento de una acera, donde semanas después alguien pisaría, como si nadie hubiera estado allí acabando su existencia. No podía ser así. Siempre sentí que había algún trasfondo en el secreto de vivir. Sino para mí, no tenía ningún sentido. Vivir para morir era en vano, vacío. La vida, me tenía atrapada, pensando que nunca iba a morir, y yo… probando otra pitada. Exhalé el humo y pensé: “hoy podría morirme, y todo lo que soy podría perderse. A largo o corto plazo las personas me olvidarían, porque eso es natural.” Pero me negué a pensar que un día todo lo que soy o creo ser sea borrado como si nunca hubiera existido.
Ese pensamiento, encendía mi mente de miedos y reproches… tenía el derecho, aunque fuese mentira, de pensar o considerarme como cosa permanente y no fugaz, pero si yo fuese una irracional, pensaría que no habría nada más que esto… el tren, las vías, la gente, nada… y si fuera inteligente dejaría de preguntarme lo que nunca llegaba a responder.
El tiempo corre con el tiempo y la única certeza que tengo es que hay un final conocido que no puedo evitar. Si la muerte llegara a mi vida, se que hay muchas cosas que por poseerlas no las llego a apreciar. Otra paradoja de mi mente, del ser humano… las cosas estaban ahí y porque estaban no las sabíamos observar, ni siquiera nos deteníamos a mirarlas. Pero estoy segura que si esa persona que había visto morir, hubiera sabido que eran los últimos momentos de su vida, hubiera hecho y apreciado, todo lo que por poseer no valoraba.
(Lo que haría cualquier persona normal) Al llegar a ese punto, todas mis convicciones filosóficas, mis vanidades, mis odios, mis problemas, y pasiones, antipatías, pertenecerían a otro humano que ya no sería yo. ¿Por qué ahora no podía ser así? ¿Tenía que pensar en algo tan enfermo como la muerte para sentirlo, para apreciarlo, para hacerme la simple mera pregunta?...
El tren llega… tiro la colilla del cigarrillo, y veo como la lluvia aplaca su resplandor lentamente.
Entonces me resigno, algo me dice que debo seguir caminando para comprender porque estoy viviendo y…ya no me interesa pensar en morir, ahora sólo quiero vivir plenamente, aunque eso implique (por ahora) tomarse el tren a ninguna parte.


Dai.

Más que el tiempo.

"Curioso que vivir pueda volverse una pura aceptación; incluso esta aceptación de no aceptar nada, de irme casi antes de llegar, de matar todo lo que todavía no es capaz de matarme "




Miré, el fondo, el borde, estaba próxima a tocar ese oscuro lugar, y antes de poner un pie en el, estaba emergiendo de nuevo.
Creí verme a mí misma, levitando en ese irracional suelo oscuro. Ahora fondo blanco, fondo trasparente. El suelo se empezó a alejar. Pude ver como el escenario cambiaba, la gente, el tiempo trascurría de prisa, corríamos rápido, corría rápido… para llegar a algún desconocido lugar, que por desconocido me asustaba…pero supe que por nada cambiaría mi escancia. Ningún viento podría convertirme en algo que no soy.
Algo se movía en mi corazón, eran las manivelas del reloj que lubricaban a mi tiempo. Los mismos que contenían los paréntesis de mi alma. Miré otra vez, fijamente y ahí estaba yo. Quieta, más quieta que lo habitual, pero a la vez, me movía muy rápidamente. Mi cuerpo expulsaba como nada las palabras. Y otra vez, algo blanco, algo oscuro, algo que perturbaba mi visión, era yo misma en un espejo que me reflejaba. Esa idea que contemplaba asiduamente mientras levitaba y reflotaba sobre la nube espesa que se había formado debajo de mis pies.
Me miré otra vez, esta vez estaba diferente, pero... seguía siendo más de lo mismo, mas de mi.
Apasionada por una visión que ya no sabía si era la mía, o era la de alguien más… esa que asechaba por las noches mis ideas, que me obligaba a ser la que siempre fui, aunque no quisiera.
Siempre iba a ser la misma, miraba el lugar, oscuro, blanco, oscuro, y nunca iba a poder cambiar, porque de hecho no quería hacerlo.
El borde, borde fino, que azotaba por el lado de mi derecha la nada de mi sinceridad. Claves que desenmarañaban, la telaraña de mis pensamientos y me dejaban, gobernar mi corazón en paz. Gran descubrimiento el de mi alma…
Al fin del día descubro que no había mucho en que pensar, que los días siguen, que la vida no se detiene por más que el escenario cambie, la gente cambie, la escancia cambie, siempre en mi es todo igual. Es la visión que no se puede cambiar (creo que se nace con ella)es el tiempo irrefutable que jamás se podrá detener .
Aunque, confieso que ahora todo es más blanco, un espacio en donde me refugian los rayos del sol, la sonrisa, las ansias de la libertad que me deja volar entre mis aladas plumas, una vida que jamás abandonaré… y es esa forma de vivir a la que amo, la que nunca podré extrañar porque… siempre la llevaré conmigo.
Es el degradé infame de la vida, que te deja expuesta a más de un matiz, matiz que no me reconoce, o matices que me sientan mejor, peor. Algunos me hacen la vida más sencilla, otros… otros no, pero agradezco que estén. Son los oscuros, que lo dejan claro, y aquellas que iluminan el lugar en el que habito… mi pensamiento. Dejando atisbos de luz a lo que siempre fueron mis ideas… anormales, enroscadas, diferentes. (Lo agradezco)
Curioso es vivir, correr contra el tiempo, extrañar el futuro. Perfeccionarse… para… ¿nada?
Curiosa es que lo raro se disipe con el tiempo como natural. Y lo que en algún comienzo pareció descabellado hoy, ahora, sea normal. Los atajos de un tiempo que por desconocidos y novedosos resultan incomodos, y después se muestren y desenvuelvan como algo sin más. Todo es así. Siempre es así… en realidad creo que… nada tiene sentido.

Dai.