lunes, 22 de marzo de 2010

Debería tanto...

"No aprenderé nunca a retirarme a tiempo"






Quizás debería ser más egoísta, menos impulsiva, más reservada, menos ingenua. Debería aprender a mentir, y a ocultar mejor, debería cambiar la rutina, dejar de escribir, dejar de pensar, cambiar, crecer, querer cambiar, y amar menos a las cosas que me rodean.
No debería detenerme más contemplando una nube y descubrir su forma, o quedarme observando el atardecer hasta que aparezcan las primeras estrellas y perderme cada vez que surja una a medida que el sol se aleja. Debería dejar de hamacarme en las plazas, y de correr cuando pierdo el colectivo. Debería dejar de creer en el amor de la manera en la que creo, y comenzar a caer en la realidad. Debería ser más ordenada, dejar de comerme las uñas, y aprender a tapar el dentífrico. Debería dejar de comer algo dulce antes de irme a dormir, porque solo así puedo hacerlo. Debería dejar de pintar, y no dibujar a las cuatro de la mañana cuando no quiero pensar. Debería dejar de escribir cada vez que no puedo dormir y es muy tarde. Debería no saber cocinar, y quemar las cosas. Debería dejar de gustarme las películas de terror a la noche. Debería aprender a llamar por teléfono, debería aprender a pedir ayuda. Debería saber aconsejar más, y a callarme menos. Debería reír menos, soñar más… dejar de sacarme la pielcita del labio cada vez que estoy ensimismada. Debería dejar de usar tanto maquillaje. Debería dejar de cantar como una loca en la ducha. Deberían no gustarme los paseos en auto por muy cortos que sean. Debería preocuparme más por mí, y menos por la felicidad de los demás. Debería dejar de detenerme en los paisajes, en las hojas en las flores. Deberían no gustarme los animales, ni los bebes y debería no querer ser madre y mujer. Debería dejar de usar las camisas enormes cuando estoy en casa y usar algo más normal, debería ser más normal. Debería dejar de obsesionarme con los pochoclos. Debería no fijarme en los detalles, no mirar los ojos, no grabar las sonrisas. Debería no quedarme despierta escuchando a los pájaros a las cinco de la mañana… debería no mirar el techo y reflexionar. Debería aprender trucos de magia y chistes. Debería no querer grabar cada cosa que veo especial en una fotografía. Debería volver a pirograbar y a tocar la guitarra, y de una vez por todas a prender a tocar el piano. Debería dedicarme al arte o a la pintura o a la filosofía… Debería criticar más y confiar menos. Debería ser la persona que odio. Debería aprender a odiar. Debería aprender a involucrarme menos y dejar de mirar cada cosa como si fuera poesía. Debería no tener el hemisferio derecho de mi cerebro tan desarrollado. Debería distraerme menos. Debería dejar de protegerme y escudarme como si fuera dura cuando por dentro me rompo. Debería gustarme menos la soledad. Debería ser más sociable. Debería desaparecer y dejar de pensar. Debería debería debería… debería tantas cosas, que quizás no deba tantas. Y entonces cuando entiendo todas las cosas que debería, descubro que lo único que debería saber es que no debería nada en lo absoluto y cuando termina la poesía soy la misma y soy igual.




DG

martes, 16 de marzo de 2010

si se callase el ruido oirías las lluvia caer

“Eran solo arboles para muchos, pero para mí esos eran objetos infinitos, anacrónicos, que se postulaban ante la perfección y de los cuales se podían extraer los significados mas disimiles y auténticos con solo dejar volar la imaginación.”





Hace tres meses decidí que me gustaba la fotografía. Siempre necesitaba tener una cámara para poder tomar fotos de todo lo hermoso que veo en el mundo, de esa belleza que lastima. Pero entendí que no podía tomar en una simple foto la belleza de las cosas que podía percibir, porque algunas aleatorias se mueven con el viento y es lo que las hace más hermosas. Las plantas, las flores, los ojos, las caras, las muecas, las risas, las manos, el pasto, los pájaros, los animales, las baldosas, los árboles, las casas, los labios, la luna, la noche. Todo estaba inundado de una belleza tal que no podía simplemente tomar un foto exacta en donde se desenvolviera con plenitud esa belleza que podía percibir, simplemente por el hecho de observar detenerme a mirar… (no todo el mundo lo hace) y descubrí que hay magia en el viento, en cada cosa, hay magia. Y no, no puedo capturar esa esencia. Quería algo más algo que las deje estáticas en el tiempo para cuando quisiera verlas nuevamente… y ahora entiendo que lo hermoso de la magia del mundo en la observación, no se captura ni se entiende, tampoco se retrata la belleza porque nunca es igual que como la concebimos. La belleza al igual que cada cosa en la vida, se vive y la misma es efímera, y así de efímera como es, es también perfecta. "Aunque te parezca extraño el mundo se desenvuelve tal y como debe" (me resulta incompresible)


DG

viernes, 12 de marzo de 2010

Siempre hay que pensar en 6 imposibilidades antes de empezar el día.

La oruga preguntó a Alicia: -“Quién eres tú?” Y la niña responde: "Yo... Yo... no sé muy bien, señor, ahora...Por lo menos. Sé quién era cuando me levanté esta mañana, pero me parece que he debido cambiar varias veces desde entonces.
-¿Qué quieres decir con eso? - dijo la Oruga en tono severo. ¡Explícate!
-Me temo, señor, no poder explicarme a mí misma -dijo Alicia -porque yo ya no soy yo."






Ayer fui a ver Alicia en el país de las maravillas. La obra original es mucho más compleja, y tiene un trasfondo más cautivador. Por lo que leí la obra original está llena de soledad. Como cuando se habla de un mar de lágrimas, en un sentido literal. Es paradójico, porque realmente analizándola a fondo, Alicia está muy sola, hay una incomunicación constante con todo el mundo, se comunica sin comunicarse realmente, no dialogan, sino que hacen monólogos de su propia vida, aburrida y descabellada. O el conejo blanco que representa a el hombre apurado por cumplir sus horarios y que va corriendo tras las agujas del reloj, y representa para Alicia ese mar de intrigas… de perseguir lo desconocido porque la atrae. Sí, cosas que solo ahora entiendo. Cuando era pequeña lo único que deseaba era inundarme de ese mundo, y vivir en el. Quería una oruga parlante y sabia y un mundo más grande que yo, y hasta a veces deseaba ser más grande que el mundo. Ver la peli me revolvió un montón de cosas, que hacía tiempo no me replanteaba. Lo tierno de Alicia es que el escritor hizo la historia para su vecina Alice, que resultaba ser la más chica de las tres hermanas que vivían al lado de su casa. Había largas charlas y caminatas entre ellos, le contaba cuento y él se enamoró, pero ella era muy chica. Cosa que llevó a hacer de ella su ninfa inspiradora. No sé en realidad que se me dio hoy por escribir lo que vi ayer y estuve pensando, pero en síntesis creo que la vida de Alicia no está muy alejada de la realidad, o por lo menos de mi realidad. Siempre va a ver alguien déspota, abusando de su poder que diga “¡Que le corten la cabeza!”, siempre va a ver un oráculo sabio a quien acudir y siempre va a ver un hombre corriendo contra el tiempo, porque siente que los minutos se agotan... o que ya es tarde.

“-Alicia creo que he perdido la cabeza.
-Sí, la has perdido, irremediablemente, estas completamente loco. ¿Pero quieres que te cuente un secreto? Las mejores personas lo están.”


DG.

martes, 9 de marzo de 2010

No conocemos la perfección hasta que nos enamoramos

“como yo sabía, cuando las ansias de amar quedan dentro de nosotros sin manifestarse, nuestro corazón y nuestro cuerpo empezará a buscar la persona que nos acompañe en el cruce hacia el amor”




La pregunta de hoy, es: ¿se puede dominar este sentimiento?, ¿somos tan capaces para percibir lo que nuestro pensamiento cree “perfecto” sin inmiscuir subjetivamente nuestros sentimientos por esta persona? Tengo dos razones que lo fundamentan, una es muy simple, más simple de lo que me vine debatiendo, quizás la perfección no nos gusta, no nos reconforta no nos llena… necesitamos ver el “defecto” paro poder apreciarlo y así sentir que estamos lidiando con algo más “real” para involucrarnos subjetivamente con ese hecho.
La otra teoría pasa por otro lado, por un lado que quizás es más fundamentado a mi criterio, y así más justificado y entendible: tenemos miedo a perder el control. “el miedo al amor se presenta de la mano de cierta necesidad de orden para “demostrarnos” la inconveniencia de comprometernos con esa vida afectiva. Entonces nos retiramos y bloqueamos el puente que conduce al amor”. Puede que lo creamos tan inadmisiblemente “perfecto” para nosotros que lo neguemos por miedos, miedos que ponderan más el temor al fracaso, a no sentir lo suficiente o lo necesario, en vez de darle paso a probar algo más, porque lo elegimos y no porque la situación lo amerita. Miedo a comprobar que la persona que definimos como “perfecta” y que tanto hemos idealizado se desvanezca y ya no sea lo que alguna vez imaginamos.
Ahora, ¿por qué elegimos que esa persona y no otra fuera perfecta? ¿Es acaso un impulso incontrolable del inconsciente? Pero ¿por qué? ¿Es algo que accede o se enciende como un interruptor de forma automática frente a determinados ademanes y maneras por lo que no lo pensamos conscientemente y así a la vez no lo elegimos?
Creo que la perfección viene de la mano de la idealización, así que debe haber algo por lo cual idealizamos a esa persona al punto de verla perfecta. Las personas no son perfectas nosotros las hacemos así, por alguna fuerza, y de alguna manera elegimos hacerlas perfectas. Nosotros las pintamos a nuestra forma y semejanza pero… ¿Con que fundamento?... si así no lo quisiéramos… entonces… ¿por qué surge la idealización? No creo que elijamos enamorarnos pero… ¿podemos elegir la idealización hacia una persona?
Cosa que me encuentra en la encrucijada de que es muy difícil discernir ese sentimiento de lo que nuestros ojos e ideas denominan a la perfección.
A mi criterio no está bien ver a alguien perfecto, y no está bien idealizarlo tampoco, se debe querer por lo que es, no por lo que queremos que sea, ni por lo que deseamos ser cuando nos proyectamos en la persona. Porque en realidad sería triste… ¿no sería demasiado fácil querer a alguien a quien vemos perfecto? ¿El verdadero amor no estaría en quererlo en sus defectos más que en sus virtudes? Lo dejo a criterio de cada uno, pero así como creo que la perfección no existe por sí sola, no existe “porque si”, así también creo que querer a alguien, o amar a alguien porque lo consideramos, o concebimos de esa manera es vacio.
Estoy empezando a sospechar que tengo tanto tiempo al pedo que llegue al punto en que como no tengo en que pensar pienso estas boludeces! Y no en otras! increíble



DG

lunes, 8 de marzo de 2010

Donde la cabeza manda, el corazón sufre

"Pobres son lo que no entienden su pobreza voluntaria"



Es un espacio para mi, y para fomentar lo que quiera (me siento muiy bien diciendo eso) así que hoy me replantee determinadas cosas, que en realidad como no estoy profundizada en el tema lo entiendo muy superfluamente, y no sé ni si lo entiendo, ni si puedo opinar al respecto teniendo en cuenta esto, pero por lo menos me lo cuestiono.
Conozco bastante gente que se domina y sabe dominar muy bien sus sentimientos capaces de obstruirse ellos mismo el paso a determinadas manifestaciones del pensamiento. No es mi caso en lo absoluto, no sé cómo dominar lo que siento, como lo siento en el momento en el que lo siento. No diga que no sienta del a mejor forma tampoco de lo peor. Pero es triste pensar que todo está en la cabeza aunque en parte es real. Supongo que si tenemos las capacidades necesarias para dominar lo que sentimos, o un “intelecto supremo” en algún punto podemos bloquear lo que nos pasa. Creo que sí, siempre se puede esconder, o bloquear, (como mejor les guste) el pensamiento, ponemos cosas en nuestras vidas, para “tapar” esos pensamientos, al punto tal que con el tiempo las olvidamos, pero considero, que el hecho de no pensarlo no quita el hecho de que no nos importe. De que no consideremos ese pensamiento olvidado algo importante, quizás más importante de lo que esperamos, o creemos.
Tengo la teoría de que el inconsciente sigue trabajando por más que intentemos seguir, tapar, ocultar. Esas cosas sin solución que nunca sabemos enfrentar quedan como fantasmas suspendidos, que queramos o no nos persiguen contantemente. Siempre va a estar ahí. Siempre lo vamos a ver. Freud analizó determinados sentidos del psicoanálisis, con la significación de palabras, actos, basado en las asociaciones del sujeto para garantizar la validez de la interpretación. El inconsciente según Freud tiene la particularidad de ser a la vez interno al sujeto (y a su conciencia) y exterior a toda forma de dominio por el pensamiento consciente. Y denominado por tal razón preconsciente, alcanzaban la conciencia en ciertas condiciones, sobre todo después de pasar el control de una forma de censura. Pregunto: ¿Se puede ser un ser racional y pensante sin darnos cuenta de que hacemos las cosas inconscientemente, de que no exteriorizamos lo que pensamos pero que inconscientemente nuestros hechos y ademanes dicen lo contrario? Comprendo el hecho pero siento que por una parte nuestro subconsciente nace por el mero acto de obstruir o “cancelar” determinados pensamientos que como no siguen sosteniendo lugar en nuestro plano consiente, flotan así en nuestro subconsciente o sea ¿son temas no resueltos? ¿Pensamientos que nos agobian y los bloqueamos? ¿Cosas que simplemente no queremos exteriorizar y las tapamos pero siempre por algún lugar se filtran? No se… hay muchas cosas de la vida que no entiendo y últimamente creo que me replanteo muchas cosas del ser humano muy boludas y siendo sincera me cago en Freud.

DG

juego de ideas

“Lo más importante en el proceso de un duelo es aprender a enfrentarse con la ausencia de aquello que no está, es tolerar la impotencia frente a lo que se quebró, es hacerse fuerte para soportar la conciencia de todo lo que no pudo ser, esta es la esencia del dolor que subyace a una perdida y más allá de cualquier comprensible y necesaria catarsis no hay nada que pueda alivianar el dolor, ni reclamando justicia, ni consiguiendo condena.




Mi pregunta real es ¿se puede sentir dolor por algo que no sucedió, por algo que no fue, por algo que no conozco y así a la vez sentirse bien porque no combato con el fantasma de la conciencia de lo que pudo ser? Hoy no escribo por algo en particular y eso es algo que me inspira porque me inspiro en algo que quizás exista, quizás no, me inspiro en la “idea” que todavía no conozco.
El otro día me sorprendí hablando con mi mamá de hombres y gustos, de igualdades y desigualdades en una pareja, y me encontré diciendo “yo no me enamoro de hombres ma, me enamoro de ideas”. (Ideas en cuanto a sus ideas, y no a la idea que me hago de esa persona; solo por si acaso)Y siento que no pude decir mayor verdad. Pero después de pensarlo no se cuán bien está ese hecho, porque es cierto que a lo largo de una pareja los proyectos y metas van cambiando, los proyectos “de después”, no son los de un principio… pero también entiendo que está en ambas partes hacer “reecontratos” firmes y elegirse constantemente. Supongo que es lo que lo hace interesante y desafiante al mismo tiempo, para que esa “idea” de un comienzo siga vigente.
Siento que la belleza, no me sirve si no encuentro la profundidad, o la trasparencia en las ideas o actos que espero discernir. Los ojos no son ojos sin el paso a las puertas del alma y así también de la sabiduría. A mi criterio toda belleza pierde sentido y valor cuando quien la posee carece de ideas, actitudes o pensamientos que hagan enriquecedoramente interesante a la persona, y no sólo interesante; porque pensé, que ese interés en la cotidianidad de los días como toda idealización se pierde, y da paso a lo real, a medida que descubrimos y conocemos cada vez más. Entonces me sigo sosteniendo de ideas, ideas que cambian y que a veces creo que no son. A veces solemos ver cosas donde antes no había nada, y otras tantas no vemos nada donde antes creímos ver cosas ¿espejismo?
pero tú no estás aquí para ser quien yo quiero, ni yo para ser lo que tu quisieras” el hecho de elegir una persona durante mucho tiempo, no se cuan amor es, pero sí considero amor, a querer a una persona tal cual es, cuando queda completamente vulnerable y desnuda frente a nuestros ojos. A eso lo llamo amor real, un amor, que a pesar de imperfecciones y errores, deja atrás la idea de lo “ideal” para dar paso a el error que en algún punto se disfruta como virtud y ELIGE una y otra vez con cada error, o con cada imperfección, sumada a lo largo de los años, a esa misma persona, y a la vez su par logra hacer lo mismo.
Lo considero difícil de hacer, no todo puede mantenerse perfecto toda la vida, y supongo así también que la perfección absoluta nunca existe, es más creo que si existiera en algún punto nos generaría desconfianza. Pero voy a dejar ese tema de la “perfección” para más adelante.


"un hombre que ama a una mujer se convierte en esclavo; pero una mujer que ama como mujer se convierte en una mujer más perfecta"



DG

domingo, 7 de marzo de 2010

El ser mujer

"Hay una mujer que tiene algo de Dios por la inmensidad de su amor, y mucho de ángel por la incansable solicitud de sus cuidados.Una mujer que siendo joven, tiene la reflexión de una anciana y en la vejez trabaja con el vigor de la juventud.Una mujer, que si es ignorante, descubre con más acierto los secretos de la vida que un sabio, y si es instruida se acomoda a la simplicidad de los niños.Una mujer, que siendo pobre se satisface con los que ama, y siendo rica, daría con gusto sus tesoros por no sufrir en su corazón la herida de la ingratitud.Una mujer que siendo vigorosa, se estremece con el llanto de un niño, y siendo débil se reviste a veces con la bravura de un león. Una mujer que mientras vive no la sabemos estimar, porque a su lado todos los dolores se olvidan, pero después de muerta daríamos todo lo que poseemos por mirarla de nuevo un solo instante, por recibir de ella un solo abrazo, por escuchar un solo acento de sus labios."





El se mujer creo que es algo realmente hermoso, llevo con orgullo el hecho de serlo, pero aseguro que es muy complicado serlo, y llevar el nombre “mujer” bien en alto. En lo que a mí respecta, no me cuesta tanto ahora, porque me formé de manera tal, que mis ideas y aspiraciones ya están marcadas a fuego en mi, se lo que quiero para mi vida, y se cómo llevar el nombre de una manera correcta, que no es la más fácil, y tampoco sé si es la mejor, pero la llevo como puedo haciéndole los mejores honores desde lo humilde y lo simple al nombre. No se si lo hago bien o lo hago mal, pero lo intento…
Hablo desde mi fiel opinión pero creo que una mujer se dibuja en las líneas del esfuerzo y del cuidado que puede ofrecerles a los demás. Mujer de corazón puro que da todos los pasos con la mayor suavidad y respeto para no lastimar a otros.
Creo que hay mujeres que tiene fuerza para seguir, para luchar por las cosas que desea, una fuerza incontrolable para no flaquear cuando las tristeza las domina, para ser felices a otros y esconder sus heridas y sus dolores, que el tiempo deja, para sacar una sonrisa a los demás. Una fuerza que domina su cuerpo para forzarla a seguir a delante, a no caer, y si cae a levantarse. Una fuerza que nunca se conoce exactamente de donde proviene pero se lleva en el alma y siempre está ahí.
Hay mujeres que siendo madres aman de una manera especial a sus hijos, se refleja en sus ojos en su devoción por hacerlos felices para que se sientan amados, mujeres que se siente mal cada vez que los dejan, y que se sienten felices a medida que él mismo crece pero lo ven con añoranza del pasado que ambos dejaron a su paso juntos.
Mujeres que simplemente aman, y pasan la vida reservándose, o esperando para el amor de su vida, mujeres como yo,(jaaja) que sueñan con un mundo que ni el mundo conoce, un mundo mejor.
Mujeres que dan su vida para hacer feliz a un niño, y se maravillan con la simpleza de las cosas pequeñas y los pequeños detalles de cada individuo y de cada cosa.
Mujer que se sacrifica para darle de comer a sus hijos, aun cuando ella no tenga qué comer.
Las mujeres son instrumentos de la vida para sostener a los hijos, a los hermanos, a los nietos, a los maridos, instrumentos para crear y cuidar las cosas hermosas que tiene el mundo.
Mujeres son las que trabajan, llegan a casa y cocinan, y además lavan, y planchan, y ordenan y limpian, mujeres como mi mamá que siempre están ahí, que se abren y comparten sus cosas, y a la vez escuchan detenidamente un consejo, y también así son sabias a la hora de hablar.
Mujeres que con la experiencia adquirida a lo largo de los años pisan cada vez más firme al levantarse y caminar. Y así a la vez ayudan a toda persona que esté a su paso.
Mujer es aquella que se arriesga a lo desconocido, sabiendo que en el camino de la elección se perderán cosas, pero a la vez así en su final encontrá la plena felicidad.
Mujer es aquella que ama, y amando no traiciona, ni miente, ni recrimina injustamente. Mujer es aquella que deja libertad para dejar hacer a los demás a su manera y semejanza porque sabe que la experiencia y el golpe es la única manera de crecer.


Mujeres hay muchas y a la vez hay muy pocas. Pero todas somos iguales en algo… somos mujeres, de eso nos valemos, y no le damos el significado que debería tener el ser mujer. Por eso espero que no importe la clase de mujer que una pretenda ser, siempre se puede mejorar más, perfeccionar más y caminar mejor, desde lo humilde de uno. El peor enemigo de uno es uno mismo, por eso lo importante es hacernos valer, y llevar bien en alto el honor de ser mujer.


Es mi humilde opinión

feliz día para todass las mujeres mañana!!!!!!!!!!!!!!!

DG

viernes, 5 de marzo de 2010

Tierra firme otra vez

"Amaneció un día sin saber su nombre, durmió una luna en mi vigilia, se inventó el deseo, la angustia y la deriva. La matemática de los años siempre es una resta, la lógica del amor es una división camuflada de apuesta. Los besos nacen para morir, los sueños son exilios de la realidad, poesías que nadie aun entiende. Duerme palabra, descansa la mente, corre sentido que hoy no estas presente.
y la sutil caricia de un beso anhelado escribe las lineas de un jamas. Acaso nacimos para olvidarnos?"




Día seis: Busco tus gotas en mis aguas, las disperso… y ya no somos uno. Las gotas suben aleatorias a mi risa y se disuelven al tocar tus labios inexistentes, reviviendo siniestros momentos que se asemejan a la mirada pérdida de tu último adiós. Mañana intentaré sentir el dolor que hoy no siento. Los momentos buscan clemencia paras seguir alojándose en los sinfines de mi mente, y aun así no sostengo los recuerdos específicos de los momentos que no quiero desenvolver, sólo quiero sumergirlos en las aguas profundas de mis gotas cansadas de caer. Elijo la fatiga que me producen los momentos en los que pienso en ti. Elijo la perdida, el olvido, el cansancio, las manías. Las elijo y las pierdo dóciles a los movimientos maleables de mis pensamientos al figurarte. Y no pienso más en ti, porque tú ya no eres tú, y ni siquiera ya somos nosotros. La idea que eras ya no existe ¿ahora con qué fin puedo pensarte?...El tiempo pasa sin ser todavía constante, carente de sentido, pero… pasa. Y la lluvia cae y te olvido sumergido y me canso de no saber si existes, o si porque existes me canso, o si es el cansancio de soñar despierta… para no cansarnos… Las ideas delimitan fronteras que sobrepasan las maneras de tus actos, y ya no perteneces a mí, no pertenecemos a nada. Somos más diferentes de lo que pensé. Si hubiera sentido tu esencia te hubiera creído más similar, pero porque pensé, te sentí diferente. Diferencia que no nos encuentra ni ahora, ni después, ni aquí, ni en donde sea. A tu lado prefiero perder, no hago hábito a esa forma… cuando la ternura no supera a las palabras, y las razones se dominan por el sentir que reclutas.El olvido es una forma compleja, va más allá de lo sublime introspectivo, es más bien, como pequeños momentos suspendidos en la memoria, un recuerdo efímero pero perdurable, que se constata en la retina para verte, a ti a tus detalles que ya…entiendo…son inexistentes. El olvido es la manera de cansarme de ti.
“Antes de rendirme, fuimos eternos.”



DG

jueves, 4 de marzo de 2010

y detrás de cada huida estabas tú.

Ya ves, a veces me canso de mí y de no tener valor para buscarte y cometer todo delito que este amor exija. "Quieta ahí, tus labios o la vida".



Día cinco: hoy quiero fugarme por los sinfines de mi mente, en un largo camino de regreso a la dualidad de las partes desunidas en los caminos opuestos de mi alma. Busco esa misma cinta que pide Serrano para atar el tiempo.
Hoy: siento el vacio en las horas cuando la noche se convierte en suspiros desplegados por el tintineo de luceros dolientes.
Hoy: corazón cocido por el fuego que refugia mi cordura.
Hoy: anhelo de lágrimas cansadas.
Hoy: metas a desarrollar: inmiscuirme en asuntos de poco interés
-estado general: ni preocupada ni desatenta
-entusiasmo en exceso
-ciclotimia repentina
-desgracias y gracias
-insomnio semanal
-¿nervios?
-etc.
-etc.



DG

Las veces que te invento.

"Las conversaciones que contigo tengo sin que tan solo estés. Si supieras las ocurrencias que he acumulado para ti, mis chistes malos, mis caras tontas, mis juegos infantiles, mis caricias lentas. Si supieras cuantos versos inconclusos, cuantas servilletas manchadas de sueños, cuantas rimas secretas puedo contar con tu nombre. Si supieras que aceleras cada milímetro del engranaje de este corriente corazón, das vuelta a mi mundo con esa forma tan inteligente de parecer ajena, con esa mente astuta que nunca ha dejado rastro palpable para ser descifrada. Si supieras que despierto noche de por medio, algunas veces a esperarte, otras a desearte, pero la mayoría a extrañarte.... sin siquiera saber si existes."



Día cuatro: Mi corazón no da razones por más que se las pida: Hoy quiero y tengo la necesidad de hablar mí, de lo que siento de lo que creo que soy:
Soy una simple mujer, sin nada en especial, tengo muchas falencias y muchas vulnerabilidades. Tengo muchos sueños desde muy chica, y soy consciente y siempre lo fui que no voy a cumplir ni la mitad de todo lo que quiero hacer, o lo que quiero conseguir para mi vida. Aunque me basta si consigo las que considero esenciales, primordiales, para ser feliz. Desde que tengo uso de razón, y mientas otras nenas jugaban a determinados juegos, y tenían en sus mentes otras ocupaciones, yo estaba fascinada con el amor, con la “idea” de todo lo que eso conllevaba, estaba atrapada en una fantasía que me maravillaba por la entrega que ofrecía y la magia que envolvía el sentimiento. El príncipe, la princesa, la lucha y la pelea por ese simple hecho y al término, el final feliz… y esa idea era todo lo que tenía.
A medida que fui creciendo adopte una idea más real de lo que el amor significaba, ya no había príncipes, sino hombres y las princesas de los cuentos ya no eran precisamente “princesas”, y algunas se quedaban muy lejos de llegar a ser mujeres. En ese mundo tampoco me encontraba del todo cómoda. A veces en cierto punto intimidaban mis ideas por ser más grandes que lo general de la vida, y lo general del amor.
Lo que yo era o creía ser no encajaba tan bien con las formas de desenvolverse que poseía la sociedad. Y a la vez, no me molestaba era muy conocedora que yo quería ser así, cuanto más diferente era del resto más me gustaba. Sentía que no era igual, y eso me reconfortaba de alguna extraña manera.
El amor aunque sueñe extraño y me sienta muy raro al decirlo, es lo que desde los primerísimos comienzos de mi vida, le dio un fin, un “algo” a lo que aspirar y por lo que luchar, le dio un eje y una brújula a mi vida, que no siempre marcó el norte. y a lo largo del recorrido fueron muchas las desilusiones y derrotas por encontrarlo, la resignación y el volver a comenzar, y saber que el miedo no tenía lugar en la prueva de la pelea que empleaba, en el fondo, con algún fin. Ponderaba más el hecho de intentar, descubrir el amor en esa persona, que el hecho del fracaso y la desilucion cuando entendía que no era lo que yo busbcaba. Y quizás me sienta un poco mediocre teniendo en cuenta, que sinceramente muy en lo profundo se que el amor es lo único que considero importante en la vida. Y lo complejo de mi, que aun todavía ni yo tengo redefinido exactamente qué significa, porque no busco en sí, el amor por medio o intermediario de un hombre, busco el amor más esencial. Y se me hace complicado redefinirlo. Es algo más puro pero tampoco tiene forma, ni nombre. Es complejo, y a la vez creo que parte de mi siente que lo va a encontrar en una persona. Y quizás no. Quizás las ideas se alojen en otras formas, que no puedo apreciar con total claridad todavía, porque aun no es el momento de que lo haga, o porque me falta madurar muchas ideas… no lo sé… a veces soy compleja hasta para mí, aunque intente ser simple.





DG

miércoles, 3 de marzo de 2010

Ahora que regreso a los lugares de donde quise huir

"Ella soñará un verso que él nunca escuchará. Él no trepará sus trenzas una noche de invierno. Ella soñará un viaje y no habrá despedidas. Ni canciones de amor, ni Capuleto y Montesco. Crecerán y en la espuma del tiempo se deshacen sus sueños. No quedará ni un recuerdo, ni en la noche un lamento. Quizá una leve herida que lavará el olvido o el agua de la clepsidra"


Día 3: Hay una frase muy cierta de Ismael Serrano que dice “la excusa más cobarde es culpar al destino” Es tan natural hacer de nuestra vida una sucesión de hechos y momento sin razón de ser, con el único objetivo de acontecer en nuestro espacio y ver como los segundo se escurren tras la nada de momentos vacíos, ya que no les damos ningún valor. Y así dejamos a la vida o a ese llamado” destino” que quizás es inexistente) actuar y decidir por nosotros, porque sabemos que hacer algo sin el destino es elegir, pero paradójicamente sino elegimos nada, ya de por sí estamos haciendo una elección. Y aun así dejamos nuestras vidas en las manos del azar. En mi opinión no se cuan desacertado está hacerlo y cuanto no, supongo que cuando las cosas nos subyugan de una manera tal que no podemos resolver con claridad, el vaso se desborda, y la mejor manera que tenemos para “solucionar” determinado problema es esquivándolo, cerrándonos en nosotros mismos y actuar de manera tal, que ya no tengamos que proceder en la solución de ese problema sino que dejamos nuestro “destino” en las manos de la suerte



DG

martes, 2 de marzo de 2010

Alguien me contó que llevaba 100 dias encerrada en aquel bar.


“ya lo sé, no soy un héroe, no soy el más valiente de los que te amaron”


A medida que voy observando cómo se desenvuelve el mundo, debo confesar que cada vez me desagrada más. Hay cosas del ser humano que sinceramente me parecen total y completamente enigmáticas, y lo raro es que yo soy “diferente” si vamos al caso y no los demás. Será mi ego que me dicta que no estoy caminando mal, pero tampoco cree desacertado a los demás.
“¿nunca has pensado en huir al sur para empezar de nuevo?”
Veo el poco entusiasmo y la poca superación de las personas a la hora de afrontar problemas, a la hora de hacer algo por ellas mismas. Y a medida que pasan los días puedo ver como somos tan hábiles y capaces para apartar y correr todo aquello que nos hace mal, que nos lastima, que no nos deja pensar claramente. Lo tapamos con cosas y quehaceres. Lo eludimos, lo esquivamos, dejándolo para resolver “más tarde” para cuando estemos aptos para poder hacerlo, y así arrastramos miles de problemas y fracasos diarios, eludimos los problemas, no somos ni siquiera capaces de enfrentarlos. Los escondemos y nos escondemos para poder pensar, nos apartamos para buscar paz, cuando enigmáticamente la verdadera paz, se encuentra en el murmullo. Sabiendo que si estamos bien centrados, podremos lograr el equilibrio entre nuestro sentir y lo que exteriorizamos constantemente.
Jamás, o muy pocas veces tenemos el valor suficiente para poder afrontar el problema como corresponde en vez de apartarlo y correrlo por miedo o falta de superación. Nos quedamos atrapados a una idea, que no sirve y que tiene como único objetivo detenernos en el tiempo, dejando que él mismo lo solucione, y quizás nunca lo haga, o quizás cuando lo haga ya sea tarde.
Creo que las oportunidades nunca van a ser pocas, pero que siempre hay que aprovechar la oportunidad de superarse superar.



DG

A mi amor propio algo le falta, lo has dejado unos puntos por debajo del de Kafka


"ser la navaja y la herida al mismo tiempo"

((La soledad es el sentirse solo, aunque se esté acompañado… Es el poder verte a ti mismo con tus características propias y con las que vives día a día, te sientes diferenciado del resto de los humanos, aislado, te creas un propio mundo en el cual te sumerges y te cuesta salir.))
La soledad es la más “ruin quimera” que asota la sociedad, escuche en algún momento por ahí. No la siento hace mucho en lo personal, pero la he vivido, por un periodo de tiempo determinado y comprendo que si no se sortea a tiempo es difícil volver a resurgir, es llegar a un limite que es como una especie de arena movediza en la que cuanto más se quiere salir más difícil se hace. Y luchamos con eso con esa pesadumbre inagotable en donde todo lo que sucede a nuestro alrededor es algo malo, algo sin sentido, algo que para bien o para mal nos perjudica sin dejar paso a nada absolutamente, o suficientemente bueno.
Miramos al mundo diciendo “¿por qué?” en vez de decir “¿por qué no?... y hoy comprendo muy bien esa diferencia. Es sentirnos prisioneros nuevamente de nuestros propios pensamientos de nuestra propia soledad, la ponderamos, y a veces, llegamos a necesitarla… necesitamos sentirnos así, porque con ello hemos convivido y sin ello nos falta algo. No dejamos paso a lo trivial, a lo nuevo, tenemos miedo, nunca sabemos exactamente que queremos, que deseamos que se esconda debajo de esa desolada capa de amargura. ¿Qué es lo que queremos?... pregunta que nunca terminamos de satisfacer. Creemos conocernos tan bien… pero ¿realmente nos conocemos? o conocemos a nuestro “yo” juntos a la soledad…. ¿Qué sería de nosotros si la tristeza y la soledad desaparecieran de nuestro sistema? ¿Seríamos realmente los mismos? ¿Nos reconoceríamos tan bien? Creo que la esencia de lo que uno mismo es siempre está. Pero por mi experiencia puedo decir, que salir de las ataduras de la soledad es una liberación de mente y espíritu en todos los sentidos que se puede liberar el mismo. Es realmente sentir que la vida es plena. Aunque el dolor y la amargura corran por la calle todos los días sabemos que por nuestro canal interno ya no está, y ya no corre. Y así podemos ayudar de otra manera, podemos hacer las ajenas nuestras propias amarguras, esas que dejan un sabor semiamargo por saber que a pesar de la tristeza de alguien más nosotros estamos firmes para poder ayudar desde nuestra experiencia, y así hacerlas propias y trasmutar a la misma. Esto no es todo, y no digo que sea absoluto, ni verdadero, es mi vivencia y es mi opinión.

DG

lunes, 1 de marzo de 2010

Generalización de la idealización


“No hay un hombre que supere a la versión que de ese hombre da la mujer que lo quiere; ni existe mujer tan bella, ni existe mujer tan pura como la que se figura el hombre que piensa en ella. Por eso, al estarte amando, si con un amor te quiero, con otro te estoy creando, y tú, en el amor que sientas, si con un querer me quieres, con otro querer me inventas”.

Día dos: Es cierto que la idealización juega un papel muy grande a la hora de interesarnos o enamorarnos de alguien. El hecho de no conocer deja un espacio para idealizar, cosa que considero muy importante. La idealización (no en todos los sentidos) es fundamental debido a que ponemos en una persona “cualidades” que logran hacerla nuestro “ideal”. Colocamos, a mi parecer, una idea que encaja perfecta con ese hombre o esa mujer, y la acomodamos perfectamente a esa imagen para hacerla semejante a nuestros requisitos. Encontrando en ella/él, ese sentido que nos dice que la idea es real, que existe y que ese "ser única/o" como la/o vemos es el hecho que la/o hace todavía más especial. Corroboramos a la vez que esa “idea” flotando en el espacio de nuestro pensamiento existe, y que no es totalmente utópica.
Embellecemos inconscientemente la figura como la queremos, porque así lo queremos, elegimos embellecer a esa figura y no a otra.
¿Pero qué pasa cuando a medida que conocemos nos damos cuenta que todo aquello que figuramos “ideal” no son más que simples ilusiones del pensamiento?
Por supuesto, el lugar donde alojamos esa idea muere, pero la misma idea no muere, está, siempre va estar. La idea se queda aunque la persona se vaya. No la idea de la misma persona en sí. La idea de ese “ideal” que queremos para nosotros mismos, la idea de esas cualidades especificas que queremos en un hombre o en una mujer.
En lo que a mi concierne la idealización es un paso hacia una relación, una puerta, una manera de ver que todo aquello que deseamos se sitúa en una sola persona, en una sola mujer, en un sólo hombre. Por supuesto el día a día, los encontronazos de la vida cotidiana y demás nos demuestran que si bien en parte la persona que hemos elegido conlleva de alguna manera los “requisitos” que necesitamos y queremos para ser felices, parte de ella/él es diferente, y así tomamos una idea más REAL de la persona en cuestión. Quedándonos no sólo con sus virtudes sino también con sus defectos e imperfecciones. Cosa que a mi criterio logra hacerla/o más humana/o, más real, y si se quiere aun más perfecta/o.

DG