martes, 9 de marzo de 2010

No conocemos la perfección hasta que nos enamoramos

“como yo sabía, cuando las ansias de amar quedan dentro de nosotros sin manifestarse, nuestro corazón y nuestro cuerpo empezará a buscar la persona que nos acompañe en el cruce hacia el amor”




La pregunta de hoy, es: ¿se puede dominar este sentimiento?, ¿somos tan capaces para percibir lo que nuestro pensamiento cree “perfecto” sin inmiscuir subjetivamente nuestros sentimientos por esta persona? Tengo dos razones que lo fundamentan, una es muy simple, más simple de lo que me vine debatiendo, quizás la perfección no nos gusta, no nos reconforta no nos llena… necesitamos ver el “defecto” paro poder apreciarlo y así sentir que estamos lidiando con algo más “real” para involucrarnos subjetivamente con ese hecho.
La otra teoría pasa por otro lado, por un lado que quizás es más fundamentado a mi criterio, y así más justificado y entendible: tenemos miedo a perder el control. “el miedo al amor se presenta de la mano de cierta necesidad de orden para “demostrarnos” la inconveniencia de comprometernos con esa vida afectiva. Entonces nos retiramos y bloqueamos el puente que conduce al amor”. Puede que lo creamos tan inadmisiblemente “perfecto” para nosotros que lo neguemos por miedos, miedos que ponderan más el temor al fracaso, a no sentir lo suficiente o lo necesario, en vez de darle paso a probar algo más, porque lo elegimos y no porque la situación lo amerita. Miedo a comprobar que la persona que definimos como “perfecta” y que tanto hemos idealizado se desvanezca y ya no sea lo que alguna vez imaginamos.
Ahora, ¿por qué elegimos que esa persona y no otra fuera perfecta? ¿Es acaso un impulso incontrolable del inconsciente? Pero ¿por qué? ¿Es algo que accede o se enciende como un interruptor de forma automática frente a determinados ademanes y maneras por lo que no lo pensamos conscientemente y así a la vez no lo elegimos?
Creo que la perfección viene de la mano de la idealización, así que debe haber algo por lo cual idealizamos a esa persona al punto de verla perfecta. Las personas no son perfectas nosotros las hacemos así, por alguna fuerza, y de alguna manera elegimos hacerlas perfectas. Nosotros las pintamos a nuestra forma y semejanza pero… ¿Con que fundamento?... si así no lo quisiéramos… entonces… ¿por qué surge la idealización? No creo que elijamos enamorarnos pero… ¿podemos elegir la idealización hacia una persona?
Cosa que me encuentra en la encrucijada de que es muy difícil discernir ese sentimiento de lo que nuestros ojos e ideas denominan a la perfección.
A mi criterio no está bien ver a alguien perfecto, y no está bien idealizarlo tampoco, se debe querer por lo que es, no por lo que queremos que sea, ni por lo que deseamos ser cuando nos proyectamos en la persona. Porque en realidad sería triste… ¿no sería demasiado fácil querer a alguien a quien vemos perfecto? ¿El verdadero amor no estaría en quererlo en sus defectos más que en sus virtudes? Lo dejo a criterio de cada uno, pero así como creo que la perfección no existe por sí sola, no existe “porque si”, así también creo que querer a alguien, o amar a alguien porque lo consideramos, o concebimos de esa manera es vacio.
Estoy empezando a sospechar que tengo tanto tiempo al pedo que llegue al punto en que como no tengo en que pensar pienso estas boludeces! Y no en otras! increíble



DG

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