
Posé la colilla del cigarrillo en mis labios, saqué el encendedor de mi bolsillo.
Exhalé el sabor, el humo concentrado en mi garganta… tan extremadamente delicioso… lo expulsé por mi nariz. La nube de humo truncaba mi vista de las vías del tren. Por un momento, consideré la idea de que el mundo se hubiera detenido, entre el ruido, y el murmullo de miles de voces resonando a mí alrededor. Me sentí en silencio, en paz, sola. Dios me había abandonado ya hacía mucho tiempo. La escena era extraña, hacía frío, llovía muy fuertemente, las manos se me congelaban mientras sacaba el cigarrillo de mi boca, los despegaba lentamente de mis labios. Volví a manifestar, la toz convulsa. El cigarrillo me estaba matando.
Nada estaba en su fisonomía habitual, todo estaba deformado, trasformado. Al ver que el tren no se aproximaba, aturdida me aparté de allí. Mirando detenidamente una cortina de agua ante mis ojos, observé caras y personas diferentes, disímiles, distintas pero con algo en común, todas nos tomábamos el tren a ninguna parte, corríamos contra las agujas de un reloj sin argumento ¿con qué fin? Todos los que se me ocurrían eran vacíos, burdos, vanos. ¿Qué estarían pensando aquellas personas? ¿Pensaban? ¿Acaso todas pensaban tanto? ¿Alguien estaría pensando en que estaba pensando yo? Volví a toser. Pensé en la muerte y entonces, un escalofrío me envolvió, abrí los ojos repentinamente, y me acordé de un suceso ocasionado unas semanas atrás….
Siempre pensé en mi muerte como algo natural, y remoto, lejano, tan lejano que parecía que nunca jamás pudiera llegar a sucederme. Creo que es la paradoja de la humanidad en general, (sin deseos de justificar mi pensamiento) todos sabemos que en algún momento vamos a morir, pero nos creemos potencialmente eternos…
Hace unas semanas, había visto la muerte ante mis ojos, una persona que no conocía había muerto inesperadamente de un infarto en frente de mi débil, y fría persona. Todo era caos y desesperación, y en medio de ese murmullo puede apreciar, el silencio, la nada, creo que hasta pude percibir la vida yéndose de su cuerpo, creí ver su alma. Toda esa sangre caliente que recorría su cuerpo se congelaba, y puede ver como aquella cara gesticulada llena de arrugas y marcas de vejez y de vida eran consumidas y borradas por una fría mascara inexpresiva, y su cuerpo era envuelto por la muerte para trasformarse en un vació trozo de mármol. No la conocía y jamás lo haría, pero todo aquello me hizo pensar ¿Qué habría pasado con el destello de sus ojos, con su mirada cálida, con todo lo que ella era como mujer, con sus años vividos y recorrido, con las arrugas delicadas que cernían sus manos, con los momentos que la habían hecho feliz, y con los que no, con sus gustos, sus risas, sus maneras, con todo aquello que la hacía reconocer y la singularizaban del resto de las personas con suma y propia autenticidad? No podía todo finalizarse así, en el pavimento de una acera, donde semanas después alguien pisaría, como si nadie hubiera estado allí acabando su existencia. No podía ser así. Siempre sentí que había algún trasfondo en el secreto de vivir. Sino para mí, no tenía ningún sentido. Vivir para morir era en vano, vacío. La vida, me tenía atrapada, pensando que nunca iba a morir, y yo… probando otra pitada. Exhalé el humo y pensé: “hoy podría morirme, y todo lo que soy podría perderse. A largo o corto plazo las personas me olvidarían, porque eso es natural.” Pero me negué a pensar que un día todo lo que soy o creo ser sea borrado como si nunca hubiera existido.
Ese pensamiento, encendía mi mente de miedos y reproches… tenía el derecho, aunque fuese mentira, de pensar o considerarme como cosa permanente y no fugaz, pero si yo fuese una irracional, pensaría que no habría nada más que esto… el tren, las vías, la gente, nada… y si fuera inteligente dejaría de preguntarme lo que nunca llegaba a responder.
El tiempo corre con el tiempo y la única certeza que tengo es que hay un final conocido que no puedo evitar. Si la muerte llegara a mi vida, se que hay muchas cosas que por poseerlas no las llego a apreciar. Otra paradoja de mi mente, del ser humano… las cosas estaban ahí y porque estaban no las sabíamos observar, ni siquiera nos deteníamos a mirarlas. Pero estoy segura que si esa persona que había visto morir, hubiera sabido que eran los últimos momentos de su vida, hubiera hecho y apreciado, todo lo que por poseer no valoraba.
(Lo que haría cualquier persona normal) Al llegar a ese punto, todas mis convicciones filosóficas, mis vanidades, mis odios, mis problemas, y pasiones, antipatías, pertenecerían a otro humano que ya no sería yo. ¿Por qué ahora no podía ser así? ¿Tenía que pensar en algo tan enfermo como la muerte para sentirlo, para apreciarlo, para hacerme la simple mera pregunta?...
El tren llega… tiro la colilla del cigarrillo, y veo como la lluvia aplaca su resplandor lentamente.
Entonces me resigno, algo me dice que debo seguir caminando para comprender porque estoy viviendo y…ya no me interesa pensar en morir, ahora sólo quiero vivir plenamente, aunque eso implique (por ahora) tomarse el tren a ninguna parte.
Dai.
Dai:
ResponderEliminarLeí las primeras entradas del blog, y algunas más al azar. Vi que los temas discurren y van y vienen. El amor, el olvido, la apatía ante la vida, la muerte, el esceptiscismo.
Tengo algunas reflexiones, asique ajustate el cinturón y prendete una luz, porque seguro se me hace aún más largo de lo que yo pensaba.
Empecemos por la forma, y no por el contenido. Saben los que sienten y escriben que la palabra y el lenguaje es una forma de expresar ideas. Todo texto quiere decir "Tengo una idea", y de por sí la idea requiere un comienzo, un final, una estructura, ser UNA idea, y no miles e invariables que van y se superponen unas con otras. Por eso tenés textos que comienzan y terminan igual, porque se ve que cuando los reflexionaste o te surgieron no fueron producto de UNA idea, o de la manifestación de un solo tema, sino que son la síntesis de la digestión de la suma de varios o de algún momento de tu vida.
Es bueno escribir, es como fijar en la mente lo que va en el alma. La estructura del sentimiento es multiiforme, la del pensamiento es el lenguaje.
Entonces tus textos así desestructurados y free style vendrían a ser lo que un grito en la noche, lo que un nudo en la garganta una tarde de sol, lo que esa desazón que se sienten todas las noches que uno mira al cielo e inmediatamente mira a su alrededor, rodeado de gente que podría no ser nadie.
Vamos a los temas en particular. El primer tema que quiero atacar es la dualidad que vos expresás mil y una veces en tus textos, en todos los que leí al menos. Ser escéptico, ser idealista. Olvidar como algo natural, sumirse en la apatía...o amar, vivir con pasión, cada momento como un regalo de la vida en el que uno podría morir al instante.
La cuestión del amor, tan abandonada por todos, más sufrida que pensada, la idea de pensarlo como algo inaccesible, la idea de lo inaccesible e irracional como supuestamente cotidiando, que es ver en miles de parejas ese falso amor gastado y subordinado al deseo.
Debe andar por ahí la Dai melancólica que escribe tras la lluvia, tras imágenes borrosas, y la que piensa que levantarse 5:30 y escuchar música son ingredientes suficientes para darle sabor al mundo entero.
Y para empezar, somos una mezcla. De decisión intelectual y medida, para lograr COSAS. Dinero, deseo, necesidades, reproducción. Somos en parte valores, amor, respeto, integridad, vivir la vida como si fuese el último momento. Somos también gran parte de indecisión entre esos componentes racionales y emocionales, pero más que nada somos una combinación unica de esos factores, el resultado de un debate silencioso entre las rutinas, los besos sin necesidad, la necesidad "congénita" de amor (como si fuese una enfermedad) y lo mejor de nosotros que tenemos para dar: Reflexiones socialmente asesinas del mundo en la punta de la lengua o todo un mundo por cambiar.
Yo entiendo que uno elige el camino que tomar, y que si bien las decisiones dependen de circunstacias, se basan en valores, en sentimientos. Aquel que pueda tener en sus manos la posibilidad de decir sólo condicionado por sus principios es el que triunfa y puede escaparle a la rutina de la vida para detenerse un momento y disfrutar en serio.
Martin!.. qué bueno poder discutir con alguien este amor por las palabras. Primero… creo que interpretaste muy bien todo y que sabes de lo que hablas, quizás supiste leerme muy bien… sí soy una apasionada de la vida, y escribo y reflexiono mucho al respecto, quizás porque no es que me jacto de lo que carezco sino todo lo contrario, lo escribo porque es de lo que realmente puedo hablar porque lo vivo así en carne propia. No me gusta perderme momentos que para mí son irrecuperables después.
ResponderEliminarTocando otro tema, me gusta mucho hablar del amor, porque también es un drama cotidiano en mi vida, no porque lo viva como tal, sino que como bien decís no entiendo su manifestación por estas épocas, y me cuesta interpretarlo como lo que veo hoy en día, u hoy por hoy. Me gustaría decir que el amor es mucho más que lo superfluo que percibo asiduamente en todos lados…. Quizás en algún momento sea así.
Y sí, tengo muchas ideas, pero no me gustan las estructuras, así que supongo eso se refleja en todos lados. Mi cabeza es muy compleja, creo, quizás es más corriente de lo que espero. (Aunque espero q no sea así ajaja) escribo de algunas cosas que conozco o vivo, y otras no tanto pero imagino y vuelo mucho.
Bueno estoy haciendo una síntesis de todo. Pero para finalizar con lo que expresaste a lo último. Creo que toda decisión depende de uno, fuera de prejuicios y contextos. Siempre estamos donde queremos estar…. Si la decisión radica en el valor, el esfuerzo el coraje o los prejuicios, siempre uno tiene la capacidad para superar esas cosas que en fondo lo atan, para intentar por uno y no por los demás ser feliz.
Escaparle a la rutina, creo que es algo que en el fondo todos deseamos y se puede. No hay nada mejor, que salir a la vida y como bien dijiste “disfruta en serio”… gracias por leer estas cositas Martin, yo también ya leí algo de tu blog así que después comento bien. Gracias y besos!
Dai recien ahora leo tu comentario respuesta, me voy a poner como seguidor...
ResponderEliminarDale, comentame el blog y hablamos por msn, pero nunca te veo conectada.
Este fin de semana no estoy, pero después vuelvo y hablamos mas.
Un beso!
Martín.