Es esa condición de la mente humana, en la que toda la “felicidad plena”, la meta de la vida, se basa en cosas, que a la largo o a la corta quien se lo propone la alcanza.
Ese deseo de crecer, de estudiar, de formar una familia, de tener esa casa que siempre imaginamos, la cocina grande, las habitaciones cómodas, calidas, nuestro propio lugar, nuestras propias cosas, después nuestros hijos, nuestro auto, todo lo que queremos que nos pertenezca. Pasamos quizás un cuarto de vida, más o menos promediando buscando aquellas cosas hasta alcanzarlas.
Algunas personas sabias a mi criterio, se toman su tiempo para encontrar a ESA persona
Que será acreedora de toda nuestra admiración, nuestro respeto, de todo nuestro amor.
Aquella o aquel que sería perfecto para acompañarnos en el camino de la vida.
Inquieren a aquella persona con la que buscaran posteriormente esa relación a la que juntos quieren llegar. ¿no? Algunos pasan años, quizás más de los imaginados o idealizados para encontrarla, pero al fin y al cabo, lo hacen. Cuesta, pero al final (frase trillada por las madres) “todo llega”, cuando ya nos habíamos casi dado por vencidos… llega
Hay otras personas que quizás con una visión en la “relación” que quieren en base a todo aquello busquen posteriormente la persona perfecta para cumplir aquel rol. El rol que les quedaría “ideal” en la relación que ellos quieren. Como si acomodaran pequeñas piezas en un tablero de ajedrez, algunos lugares no se completarían, pero el juego comenzaría igual, porque así dispusimos las fichas, y es a ese juego y a ese tablero al cual queremos pertenecer, no a otro con todas sus fichas correspondientes, sino a ese mismo. ¡No queremos esperar más que lo que estaba proyectado en nuestros planes!
¿No sería indicado primero buscar a la persona y después la relación que queremos tener?
Yo creo que me encuentro dentro de esas personas, cosa que me lleva a la encantadora ley que dicta que no buscaría ningún tipo de relación de ninguna clase si primero no encuentro a LA persona con la que estaría dispuesta a compartir mi vida, a vivir mi vida, a formar y llegar a tener todo aquello que quiero lograr. Aun aunque tenga que esperar, años muchos, para encontrarla. No me conformo con personas que podrían llegar a desatar un exacto rol en mi tablero, no elijo a quien mejor, o más apto esté para jugar, elijo a quien más características tenga para desenlazar un buen juego, aun si sea el ganador o el perdedor del mismo.
Quizás es un tema que saco, porque veo a muchas personas que realmente están dispuestas a atarse (con todo lo que aquello conlleva) a personas que no desempeñarían ningún buen rol pero los acercan más a ganar el juego, a comenzarlo, a conseguir la meta al fin.
Mi pregunta tal vez sería. ¿Si ganan el juego demasiado rápido, no sería aburrido después? o quizás preguntarnos ¿si se supiera que perder es imposible valdría la pena seguir jugando? ¿Sería acaso emocionante? Lo único que quizás quiero expresar, es que estoy en contra de esa “conformidad” que se generan las personas porque están “cómodas” para proyectar o planear toda una vida, y dejar su felicidad en manos de alguien, que quizás no la sepa cuidar, o que quizás a la larga los aburra. Y todo lo que en un principio parecía maravilloso, y novedoso, quizás todo lo que proyectamos en esa persona de nosotros en un principio no sea lo de “después”, y entonces después caiga en la rutina de saber que no estamos con la personas MAS indicada, y que si bien genera un buen rol en al escena no genera un buen ron en nuestra vida para no cansarnos.
A veces la emoción inicial de conseguir todas las cosas que deseamos en un principio, aquella casa, el auto, la familia, los hijos, después cuando se asiente y pase a ser costumbre en nuestras vidas nos llegue a aburrir si no se esta con una persona indicada.
¿Qué es lo que crudamente veo hoy por hoy? Las personas se casan, conviven, se aburren, tienen hijos, crecen los hijos se van de la casa, se aburren, compran propiedades o bienes para entretenerse pero… se aburren, se separan o siguen su vida aburridos. Es algo totalmente crudo de muchas cosas que veo. Pero quizás es real, no digo que sea así, no lo viví, pero….
Nunca vi una pareja perfecta, no existe, pero el hecho de tener sus imperfecciones es lo que la acerca quizás un poco al equilibrio perfecto, y a la perfección pero vi y conozco muchas parejas aburridas de su vida, de la vida que ellas mismas eligieron y que con tanto anhelo buscaron en un comienzo, desde un principio. Decir que la vida se resume a eso también es aburrido, y vacío. Por eso podría llegar a decir que no me motiva, la relación a la que aspiro, a lo que quiero llegar, a la casa, el auto, los hijos, me motiva el hecho de encontrar un alma, entre una ciudad llena de miles de almas, y salir todos los días, y caminar por la vereda, sabiendo que sea como sea mi vida, solitaria o acompañada voy a tener la capacidad y la paciencia para espera a aquella persona que SE que tarde o temprano va a llenar mi vida, porque es IDEAL para aquello, porque es lo que siempre quise, lo que siempre busque, y porque lo espere, porque no me conforme es que voy a llegar a mi meta ¿no? … yo lo quiero creer así.
"La vida siemrpe nos da lo que pedimos, pero tal vez lo que pedimos al final no es lo que queremos"
DG
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